Manifestantes furiosos con las gestiones del gobierno boliviano para redactar una nueva constitución salieron a las calles, en Sucre, en violentas protestas, en las cuales murieron tres personas, incluyendo un oficial de policía.
Los manifestantes prendieron fuego a la cárcel de Sucre, el domingo, permitiendo la fuga de por lo menos 100 prisioneros.
La policía recibió orden de retirarse de Sucre, para evitar más confrontaciones.
Los manifestantes se oponen a la nueva redacción de la Constitución de Bolivia, la cual fue aprobada el sábado, en la Asamblea Constituyente, por delegados del Movimiento Al Socialismo, del presidente Evo Morales.
Los partidos de oposición boicotearon la Asamblea. La propuesta Constitución permitiría a Morales ser reelegido indefinidamente.
También reubicaría la sede de los poderes Ejecutivo y Legislativo a Sucre, de su actual ubicación en La Paz.
Morales dice que la nueva constitución dará más poder político a la mayoría indígena de Bolivia.
Los críticos dicen que la nueva Carta Magna reduce injustamente el poder de los gobiernos de los nueve departamentos de Bolivia.