La Casa Blanca restó importancia a recientes afirmaciones del presidente cubano, Fidel Castro, en las que acusa al mandatario norteamericano, George Bush, de tratar de hacerlo matar.
El vocero de la mansión presidencial, Tony Snow, desdeñó las acusaciones, en una conferencia de prensa, ayer, miércoles.
El portavoz afirmó simplemente, “Es Fidel Castro”, y no dijo más nada. Snow respondió así a un editorial de Castro publicado esta semana, en el que sostenía que él no es la primera ni la última persona a la que el presidente Bush “ha ordenado que se le quite la vida”.
También el miércoles, en otro editorial, Castro criticó al presidente Bush por su posición respecto al cambio climático.
El líder cubamo urgió a las naciones industrializadas a presionar a Bush sobre el asunto, en la cumbre del Grupo de los 8, en Alemania, la semana próxima.