La policía mexicana reabrió una plaza central en la ciudad de Oxaca tras despejar a los manifestantes que exigían la renuncia del gobernador del estado.
Los testigos señalaron que la policía federal limpió los desechos y los grafitis dejados por activistas que comenzaron las protestas hace cinco meses.
Algunos turistas extranjeros también regresaron al popular sitio de vacaciones, el martes.
Sin embargo, los activistas siguen manteniendo el control de muchas otras partes del país. Y los organizadores señalaron que no abandonarán las protestas hasta que el gobernador Ulises Ruiz renuncie ante las denuncias de corrupción.
Por lo menos nueve personas, incluyendo un periodista estadounidense, han muerto a causa de la crisis en las últimas semanas.
Un estudio emitido por el experto de Naciones Unidas Rodolfo Stavenhagen indica que ha recibido informes de abusos por parte de grupos paramilitares durante la redada.
El experto instó al gobierno de México a investigar las denuncias de asesinato y de detención arbitraria.