Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, con sede en Atlanta, dieron a conocer que todos los estadounidenses, entre 13 y 64 años de edad, deberían practicarse pruebas rutinarias para el virus que causa el SIDA.
El organismo instó a los trabajadores del sector salud a convertir las pruebas del SIDA en parte de sus chequeos regulares.
Las guías previas de los Centros solo recomendaban pruebas rutinarias para las personas en grupos de alto riesgo, como usuarios de drogas intravenosas y homosexuales.
Los médicos sostienen que expandir las pruebas para incluir a casi todos los estadounidenses mejorará la capacidad de proveer un diagnóstico temprano, dando a los pacientes más rápido acceso a los medicamentos para prolongar la vida y educarlos sobre cómo evitar pasar el virus a otros.
Funcionarios de salud calculan que unos 250 mil estadounidenses tienen VIH y no lo saben.
Las nuevas guías no son legalmente obligantes, pero las recomendaciones del organismo influyen las políticas de salud estadounidenses.