El escrutinio de votos ha comenzado a desarrollarse en Iraq, donde la violencia no consiguió interrumpir las elecciones para un nuevo parlamento por los próximos cuatro años.
Funcionarios electorales informaron de una alta presencia de votantes en las 18 provincias de la nación, donde los electores votaron para los 275 escaños del parlamento.
Las urnas debían cerrar a las 5 de la tarde, hora local (14 horas de Greenwich); pero las autoridades decidieron extender los comicios por una hora más en ciertas áreas, debido a las largas filas en los lugares de votación.
Los resultados finales no se conocer hasta dentro de varios días.
En el occidente de Iraq, donde está la mayor parte de la insurgencia, se informó que faltaron papeletas de votación debido a la gran participación de los árabes sunitas, quien en su mayor parte boicotearon la última elección.
También hubo actos de violencia, pese a las extremas medidas de seguridad adoptadas y a las decenas de miles de tropas iraquíes y de la coalición destacadas para resguardar el orden.
Dos personas murieron en incidentes separados en el norte de Bagdad.
Otras tres personas resultaron heridas en un ataque de morteros en la Zona Internacional de la capital.
En Washington, la Casa Blanca dijo que la elección representa un día histórico para el pueblo de Iraq y el avance de la libertad.
Chiítas y kurdos dominaron la asamblea interina, pero los árabes sunitas esperan tener una mayor voz en el nuevo parlamento.
Los resultados finales de la elección no se conocerán sino hasta dentro de varios días.