El primer ministro de Gran Bretaña, Tony Blair, se reúne este martes con líderes musulmanes británicos para analizar cómo responder a los ataques terroristas en Londres, y las formas de luchar contra lo que él llama “perversión del Islam” para justificar el terrorismo.
Tres de los cuatro atacantes suicidas en los atentados del 7 de julio en Londres eran musulmanes nacidos en Gran Bretaña.
Se sospecha que los cuatro atacantes tenían vínculos con grupos extremistas como al-Qaeda.
Los líderes de las comunidades sunita y chiíta de Gran Bretaña han publicado edictos religiosos en los que condenan la violencia y la muerte de vidas inocentes calificándola de contraria a los principios del Islam.
Entretanto, una nueva encuesta de opinión indica que casi las dos terceras partes de los británicos piensan que los ataques en Londres están vinculados a la participación de Gran Bretaña en Iraq.
El gobierno británico ha rechazado ese argumento.