La campaña para la primera elección presidencial directa en Afganistán ha quedado oficialmente abierta, entre alertas acerca de la pobre seguridad reinante y amenazas de intimidación a los electores.
El presidente interino, Hamid Karzai y otros 17 candidatos competirán en el acto electoral del nueve de octubre próximo, considerado como el primer gran paso para establecer una democracia en un país devastado por décadas de guerra.
La ONU y la Comisión Afgana Independiente de Derechos Humanos han dicho que el ejercicio de los derechos políticos están siendo limitados por terroristas locales y ataques propiciados por milicianos vinculados al ex régimen Taliban.
Ambas organizaciones señalaron que la falta de información sobre el proceso electoral y el voto secreto porque también obstaculizar la votación. El Talibán ha amenazado con interrumpir la elección.