El ex presidente de Bolivia Gonzalo Sánchez de Lozada asegura que la conducta de su ex vicepresidente Carlos Mesa no fue ética y que a pesar de ello continuará trabajando para ayudar a normalizar la situación política y de orden público de su país.
El ex presidente de Bolivia, Gonzalo Sanchez de Lozada, llegó a Washington para sostener importantes reuniones con miembros del Congreso norteamericano, con organizaciones no gubernamentales de derechos humanos y con funcionarios del gobierno de los Estados Unidos.
En una entrevista con la Voz de América, el ex mandatario aseguró que su salida del poder fue auspiciada por grupos extranjeros interesados en desestabilizar su gobierno.
Al respecto, Sánchez de Lozada dijo que “fué una conspiración muy bien financiada y organizada por dos fuerzas: una es la de Evo Morales, dirigente de los cocaleros.
Su partido se llama movimiento al socialismo, es claro lo que significa. Y del movimiento indígena Patria Cuti, cuyo líder es un hombre muy vinculado a Sendero Luminoso del lago Titicaca. Su verdadera finalidad era sacarme de la presidencia.”
Sánchez de Lozada señaló que otra razón por la que considera que la rebelión de la población indígena tuvo un matiz internacional, es la gran amistad existente entre los dirigentes de las organizaciones cocaleras y los jefes de gobierno de países que apoyan al terrorismo.
El ex presidente boliviano, afirmó específicamente que “el señor Evo Morales -líder del MAS (Movimiento al Socialismo), dirigente cocalero- recibió, es una ironía, el premio de la paz de Libia que le entregó el presidente Gadaffi. Entonces, lógicamente hay información de diferente índole, pero había financiamiento del exterior. Mucho viene de mujeres que con la mejor intención, van apoyando estos movimientos indígenas con la esperanza de enmendar injusticias seculares.”
Cuatro días antes de que Gonzalo Sánchez de Lozada se viera obligado a abandonar el poder, su entonces vicepresidente Carlos Mesa reaccionó públicamente, lo que fue catalogado como una traición, por parte de algunos seguidores del ex mandatario.
Esa conducta también fue criticada por Sánchez de Lozada en su entrevista con la Voz de América.
“Como yo digo, obviamente yo tengo profundas dudas sobre el comportamiento del entonces vicepresidente. Creo que no fué acertado ni fué ético, pero no quiero mirar eso, debo mirar el futuro. Lo pasado, pasado está.”
Diplomáticos bolivianos expresaron recientemente en entrevistas en Washington que los incidentes que despojaron del poder a Sánchez de Lozada habrían sido generados por una “narco” oposición.
La Voz de América le preguntó al ex-mandatario si eso es cierto o si se estaba menospreciando a la comunidad indígena.
Sánchez de Lozada respondió señalando que “hemos hecho muchas cosas para avanzar, pero hay un largo camino. Obviamente que ha habido injusticia y que sigue existiendo y que hay que superarla, pero la solución no es la violencia, no es la muerte, no es la desintegración y Dios sabe que no es destruir la democracia, porque la democracia es la mejor forma de convivir para todos los pueblos, aunque es un sistema muy imperfecto.”
El ex presidente boliviano permanecerá por algunas semanas en Estados Unidos y ha prometido que continuará trabajando, especialmente para ayudar -desde el exterior- a solucionar la crisis económica que vive su país.