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Presiones de EE.UU. mantienen a raya a industria marítima en comercio con Venezuela


Los buques petroleros que participan en el comercio con Venezuela se ven cada día más presionados por las sanciones impuestas por EE.UU. a las compañías marítimas que hacen negocios con Caracas.
Los buques petroleros que participan en el comercio con Venezuela se ven cada día más presionados por las sanciones impuestas por EE.UU. a las compañías marítimas que hacen negocios con Caracas.

Las sanciones son parte de los esfuerzos de Estados Unidos para debilitar el poder de Nicolás Maduro, después de que Washington y otras democracias occidentales lo acusaron de fraude en las elecciones presidenciales de 2018.

Varias compañías que certifican embarcaciones para navegar y aseguradoras marítimas han retirado sus servicios a buques cisterna involucrados en el comercio de petróleo de Venezuela, en medio de los esfuerzos de Estados Unidos para reforzar las sanciones a Caracas.

Las sanciones estadounidenses han restringido las exportaciones petroleras de Venezuela a su nivel más bajo en casi 80 años, cortando al gobierno en disputa de Nicolás Maduro su principal fuente de ingresos y dejando a su administración con poco dinero para importaciones esenciales, como alimentos y medicinas.

Las sanciones son parte de los esfuerzos de Estados Unidos para debilitar el poder de Maduro, después de que Washington y otras democracias occidentales lo acusaron de fraude en las elecciones presidenciales de 2018.

A pesar del colapso económico, Maduro ha logrado capear el temporal y tiene frustrada a la administración del presidente estadounidense Donald Trump.

El gobierno de Maduro dice que Estados Unidos está tratando de apoderarse del petróleo venezolano y alega que las medidas estadounidenses son una persecución ilegal que aumenta el sufrimiento del pueblo venezolano.

Washington se ha enfocado en los últimos meses en la industria marítima para reforzar más las sanciones al comercio petrolero y aislar a Caracas, dijo a Reuters el enviado especial de Washington para Venezuela, Elliot Abrams.

"Lo que verán es que la mayoría de los propietarios de barcos, las aseguradoras y los capitales simplemente se alejarán de Venezuela”, explicó Abrams a Reuters en una entrevista. “No valen la pena para ellos los riesgos o las dificultades”.

Estados Unidos está presionando a las compañías marítimas, las aseguradoras, los certificadores y los estados que registran embarcaciones, dijo Abrams.

Las sociedades de clasificación marítima, que certifican las normas ambientales y de seguridad para los barcos, están sintiendo el empuje por primera vez.

Estados Unidos está presionando a los clasificadores a establecer si los barcos han violado las sanciones y a retener en esos casos las certificaciones, como una vía para incrementar más las sanciones, dijo a Reuters un funcionario estadounidense que prefirió el anonimato.

Sin una certificación, un barco o su carga quedan sin seguro. Los propietarios de barcos estarían también en violación de contratos comerciales, los cuales requieren los certificados. Además, las autoridades de los puertos pueden negarles la entrada o detener una embarcación.

Lloyd's Register (LR), con sede en Londres, uno de los principales clasificadores de barcos, dijo que había retirado servicios a ocho buques cisterna que estuvieron involucrados en comercio con Venezuela.

Abrams dijo que la presión a la industria marítima está funcionando.

"Hemos tenido un número de compañías que nos han dicho: ‘Perdimos nuestro seguro y el barco está en altamar y tenemos que llegar a puerto. ¿Nos puede dar una licencia por una semana?’”, relató.

En junio, Estados Unidos designó a seis compañías marítimas, dos de ellas en Grecia, y seis buques cisterna de su propiedad por participar en comercio prohibido con Venezuela.

Otro de los principales clasificadores de barcos, DNV GL Maritime, con sede en Hamburgo, Alemania, dijo que había suspendido los servicios a tres de esas embarcaciones en junio.

La compañía reactivó los servicios cuando Estados Unidos sacó a esos barcos de la lista de entidades sancionadas después de que las empresas propietarias y que operan esas embarcaciones acordaron terminar el comercio con Venezuela.

Efecto desalentador

La amenaza de sanciones de Estados Unidos a cualquier compañía involucrada en el comercio petrolero con Venezuela ha tenido también un efecto desalentador en las actividades permitidas bajo las sanciones.

Algunas compañías petroleras se están negando a fletar barcos que estuvieron en puertos venezolanos en el último año, incluso si el viaje estuvo exento de sanciones.

“El sector de comercio marítimo ha sido blanco de las acciones de Estados Unidos contra Venezuela y esto ha causado mucha incertidumbre porque nadie sabe quién será el próximo”, dijo una fuente de la industria.

Las aseguradoras también están en apuros. Han sido conservadoras en la interpretación de las sanciones estadounidenses para evitar violaciones potenciales, dijo Mike Salthouse, presidente del subcomité de sanciones de la asociación International Group, que representa a compañías que aseguran a casi el 90% del comercio marítimo.

“Si hay ambigüedad en lo que es legal e ilegal, se hace casi imposible para una aseguradora decir hasta qué punto hay cobertura o no”, dijo Salthouse.

Agregó que incluso después que los barcos y las compañías salen de la lista de sanciones, aún pueden enfrentar dificultades.

"El estigma asociado con una designación puede perdurar por algún tiempo”, señaló.

Las grandes compañías petroleras, por ejemplo, pudieran revisar relaciones con empresas propietarias o administradoras de embarcaciones que Estados Unidos designó y después removió, para evitar posibles problemas con otros barcos, dijo Salthouse.

La amenaza real

Venezuela está en la lista de áreas de alto riesgo establecida por oficiales del mercado de seguros de Londres.

"Si un barco viaja a Venezuela tienen que notificar a la aseguradora y es posible que el seguro no pueda cubrirlo”, dijo Neil Roberts, director de seguros de Lloyd's Market Association, que representa los intereses de todas las aseguradoras de mercado de Lloyd's en Londres.

La industria se enfrenta a “la amenaza directa y real de que sus actividades queden suspendidas por una vigilante administración estadounidense a causa de alguna infracción inadvertida”, dijo Roberts.

“Este riesgo por si solo es suficiente para desatar la multiplicación de revisiones de cumplimiento”, explicó.

Algunos de los mayores registradores globales de banderas, como Panamá y Liberia, están también vigilando más de cerca a los barcos que han estado involucrados en comercio con Venezuela, bajo presiones de Estados Unidos de que retire la registración a los barcos que violan las sanciones.

Abogados marítimos en Panamá dicen que su registro está multando a los barcos que no cumplan con las guías marítimas emitidas en mayo por Estados Unidos. La suspensión está afectando principalmente a los barcos señalados por sanciones multilaterales más que las sanciones unilaterales de Washington, dijeron los abogados.

Funcionarios de los registros de Libera no respondieron a solicitudes de comentarios.

El secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, un exinversionista en comercio marítimo, ayudó a elaborar la estrategia, dijeron fuentes a Reuters.

Un portavoz del Departamento de Comercio admitió que Ross había trabajado con otras agencias del gobierno “para determinar cómo podía responsabilizar mejor a quienes evaden las sanciones de Estados Unidos” a Venezuela.

Abrams prometió mantener la presión.

“Hay gente que no coopera… Vamos por el barco, el propietario del barco, el capitán del barco”.

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