El periodista ruso Ilya Azar fue condenado este jueves a 15 días de reclusión por protestar frente a la sede de la Policía en Moscú. Amnistía Internacional (AI) condenó que el encarcelamiento ocurra precisamente en medio de la pandemia de coronavirus.
Azar participó, el pasado 26 de mayo, en una protesta que exigía la liberación de otros activistas detenidos por defender su derecho a replicarle al presidente Vladímir Putin.
"Ilya Azar no ha cometido ningún delito y ni siquiera violó las draconianas leyes de protesta de Rusia. Su detención es un acto cobarde de las autoridades que personifica la estrategia de Rusia de aplastar el activismo e incidir en los derechos humanos para silenciar a los críticos”, dijo Natalia Zviagina, directora de Rusia de Amnistía Internacional.
La ejecutiva de AI lamentó que la detención ocurra “en medio de una pandemia global” y consideró que “el gobierno está aplicando bozales en lugar de máscaras protectoras, y únicamente para su propia protección”.
A la condena de Azar le sucedieron las detenciones en la capital rusa de otros activistas que se solidarizaban con el periodista, tal como explicó y condenó en un tuit la Comisionada del Consejo de Europa para los Derechos Humanos, Dunja Mijatovic.
“Muy consternada por el arresto del periodista Ilya Azar y la detención de seis periodistas hoy tras intentos de piquetes aislados. La COVID-19 no puede ser una excusa para reprimir”, dijo Mijatovic al tiempo que llamó a las autoridades rusas a que liberen a los detenidos "con urgencia”.
