El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se vio obligado a interrumpir el lunes una rueda de prensa debido a unos disparos en las proximidades de la Casa Blanca.
"Hubo un tiroteo, parece ser que las fuerzas del orden dispararon a alguien, el sospechoso, ahora va camino del hospital", explicó el mandatario, que escasos minutos antes había abandonado la sala escoltado por un miembro del Servicio Secreto, responsable de la seguridad del mandatario.
Trump detalló que no se habían producido más heridos y expresó su gratitud a las fuerzas del orden.
"Puede que no tuviera nada que ver conmigo, tuvo lugar fuera a las premisas de la Casa Blanca (...). El mundo siempre ha sido un lugar peligroso", sostuvo antes de adelantar que las fuerzas de seguridad divulgarían luego más detalles.
El mandatario, que aseguró no haber contemplado la opción de no volver a la sala James Brady, donde tienen lugar las ruedas de prensa en el ala oeste de la Casa Blanca, expresó su "confianza" en el servicio secreto y acotó que el suceso tuvo lugar "relativamente lejos".
Minutos después del incidente, el servicio secreto recurrió a Twitter para "confirmar" que "un agente estuvo involucrado en un tiroteo en la esquina entre la Calle 17 y la Avenida Pensilvania".
"Agentes de las fuerzas del orden están en el lugar de los hechos", agregaba el mensaje.
Ya entrada la noche, el servicio secreto informó que el sospechoso -"un hombre"- y un agente de las fuerzas del orden fueron trasladados a un hospital.
"En ningún momento del incidente el complejo de la Casa Blanca sufrió brecha alguna, ni ninguno de los protegidos se vio en peligro", detalló en un tuit el servicio secreto.
