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¿Cuál es la mejor vacuna contra el COVID-19?


Se espera que la vacuna contra COVID-19 de Johnson & Johnson sea aprobada esta semana por la Administración de Drogas y Alimentos de EE.UU. (FDA).
Se espera que la vacuna contra COVID-19 de Johnson & Johnson sea aprobada esta semana por la Administración de Drogas y Alimentos de EE.UU. (FDA).

Los resultados en la práctica ya están emergiendo de los países que vienen usando las vacunas desde hace varias semanas y todos lucen promisorios.

Si los reguladores dan la luz verde en los próximos días, habrá tres vacunas disponibles en Estados Unidos para prevenir el COVID-19.

Una cuarta ya se está usando en 50 países de todo el mundo.

¿Cuál le tocará?

"Póngase la primera vacuna que pueda”, dice Kathleen Neuzil, directora del Centro para el Desarrollo de Vacunas y Salud Global de la Universidad de Maryland. “Eso fue lo que le dije a mi familia. Todas son buenas”.

Los números son algo variables en cuanto a su funcionamiento y nuevas variantes del coronavirus que causa la COVID-19 complican el panorama.

Sin embargo, para lo más importante, que es prevenir la muerte de personas o las hospitalizaciones, los expertos afirman que hacen su cometido.

La más nueva

Los asesores de la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA) se reunirán el viernes para discutir la vacuna del gigante farmacéutico Johnson & Johnson. La agencia no está obligada a seguir su recomendación, pero casi siempre lo hace.

Las dos otras vacunas ya usadas ampliamente en Estados Unidos contra COVID-19 son las de Moderna y Pfizer-BioNTech. Una de AstraZeneca y la Universidad de Oxford ya está en uso en Gran Bretaña, Europa, el sur de Asia, Brasil, México y otros lugares.

Los datos de las pruebas clínicas de Johnson & Johnson no lucen en el papel tan impresionantes como las de Moderna y Pfizer-BioNTech. Registró alrededor de un 66% de efectividad contra las infecciones que causan enfermedades de moderadas a graves.

Las vacunas de Moderna y Pfizer-BioNTech reportaron por igual una eficacia del 95%. Sin embargo, los expertos advierten que los estudios no miden exactamente lo mismo y no deben ser comparados directamente.

Los más importante, apunta Neuzil, es cuánto protegen contra los casos más graves y la muerte.

“Eso es lo que nos tiene confinados. Eso es lo que está llenando nuestros hospitales. Si podemos prevenir la enfermedad grave o cambiar la gravedad por algo moderado, estaremos más cerca de la normalidad”, añadió.

En ese aspecto, todas las vacunas se destacan. Nadie que recibió una de las cuatro vacunas en las pruebas clínicas murió de COVID-19. No hubo casos graves en las pruebas de Moderna o AstraZeneca, y solo uno en el estudio de Pfizer-BioNTech.

Variantes

Hubo un grupo de casos graves en la prueba de Johnson & Johnson y la vacuna fue efectiva en un 85% para ellos.

Sin embargo, a diferencia de las vacunas de Moderna y Pfizer-BioNTech que salieron en diciembre, la de Johnson & Johnson tuvo que lidiar con una variante más contagiosa que apareció en Sudáfrica.

No está claro hasta qué punto las vacunas de Moderna y Pfizer-BioNTech funcionan contra la nueva variante. No lo hicieron muy bien en estudios de laboratorio, pero los científicos no están seguros de si eso implica una menor protección para las personas.

Variantes más contagiosas que han surgido en Brasil, Gran Bretaña, Estados Unidos y otros lugares preocupan a los científicos, pero los expertos no creen que las mutaciones anulen la efectividad de las vacunas.

Un pequeño estudio en Sudáfrica encontró que la vacuna de AstraZeneca no logró prevenir la mayoría de las infecciones con la nueva variante. El gobierno suspendió los planes de aprobar la vacuna como resultado.

Sin embargo, el estudio no incluyó casos graves o muertes y muchos científicos dicen que la vacuna puede aún prevenir las formas más severas de la enfermedad. Eso es lo que están investigando ahora.

Así y todo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sigue respaldando a la vacuna de AstraZeneca, que es la mayor componente de las dosis enviadas a través de la iniciativa COVAX para distribuir las vacunas equitativamente a los países más pobres.

En la práctica

Los resultados en la práctica ya están emergiendo de los países que vienen usando las vacunas desde hace varias semanas y todos lucen promisorios.

Un estudio en Israel encontró que la protección de la vacuna de Pfizer-BioNTech comenzó a reflejarse alrededor de dos semanas después de la primera inyección. La vacuna fue efectiva en un 62% para prevenir la enfermedad grave. Después de la segunda dosis, la efectividad aumentó al 92%.

Las hospitalizaciones disminuyeron a la mitad en un estudio en cuatro estados en EE.UU. que recibieron dosis de Pfizer-BioNTech o de Moderna. Esas cifras, sin embargo, probablemente opaquen la efectividad real de la vacuna, porque la mayoría de los pacientes vacunados que fueron hospitalizados solo habían recibido la primera dosis. El estudio aún no ha sido revisado por otros expertos.

La vacuna de AstraZeneca-Oxford, que tuvo problemas en Sudáfrica, brilló en Escocia, con un 94% de efectividad para mantener a las personas fuera de los hospitales con solamente una dosis, en un estudio que no ha sido revisado por expertos del exterior.

¿La conclusión?

“Vacúnese cuando pueda”, dijo Neuzil, y no solo para protegerse individualmente. “Mientras más personas estén vacunadas más estaremos todos protegidos, porque también estamos protegidos por los demás”.

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