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Cómo los súperpropagadores -personas y lugares - impulsan la pandemia de COVID-19


Miles de motociclistas asistieron a la octogésima reunión anual de motociclistas en Sturgis, Dakota del Sur, este año. Agosto 7 de 2020.
Miles de motociclistas asistieron a la octogésima reunión anual de motociclistas en Sturgis, Dakota del Sur, este año. Agosto 7 de 2020.

Los eventos súper propagadores parecen estar aumentando y preocupan a los expertos en salud pública.

Una fiesta de bodas en Maine llevó a la infección de 160 personas por COVID-19. Una reunión de motociclistas en Dakota del Sur resultó en el contagio de más de 230 personas y quizás de hasta 250.000, según un estimado. Entretanto, fiestas privadas y en bares en las ciudades universitarias en todo Estados Unidos están causando brotes que preocupan a las autoridades de salud.

Unos cuantos de estos eventos están causando una serie de infecciones del nuevo coronavirus. Estos eventos "súperpropagadores" como se los conoce, parecen estar aumentando, dicen los expertos en salud pública. A estos funcionarios les preocupa que los eventos puedan llevar a brotes que podrían revertir la tendencia general a la baja de infecciones y muertes por COVID, a medida que termina el verano y la temperatura enfría llevando cada vez más el entretenimiento a lugares cerrados y techados.

Es preocupante pero no es de sorprenderse, ver que estos eventos súper propagadores estén sucediendo más a menudo, dice Michael Mina, un epidemiólogo de la Facultad de Salud Pública T.H.Chan de Harvard.

"A menos que se aplique la Ley Marcial o algo similar, siempre esperábamos ver que la gente comenzaría a revertir a la conducta anterior y crear una especie de normalidad en su vida nuevamente", dijo. "Solo desearía que hubiésemos podido controlar el virus antes de eso, antes de que la gente llegara a este punto donde ya no les importa".

La fiesta de Maine

Por razones que no están completamente claras, un pequeño número de casos resulta en un número desproporcionado de infecciones. Esa gente son los llamados súper propagadores.

Unas 65 personas asistieron a una fiesta de bodas en el Big Moose Inn en Millinocket, Maine, el 7 de agosto.

El hotel estaba completamente lleno y los huéspedes no usaron máscaras según el inspector estatal de salud.

Un mes después, tres personas habían muerto de COVID-19 y casi 160 contagios habían sido relacionados con la fiesta en el rastreo de contactos.

Notablemente, ninguno de los tres fallecidos asistió a la fiesta, todos se contagiaron por medio de una persona que sí estuvo en la celebración.

Es un "recordatorio perfecto de lo que puede ocurrir donde hay un evento cerrado de larga duración con un gran número de individuos donde el uso de la máscara no es la norma", dijo en una conferencia de prensa el martes, Nirav Shah, de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Maine.

Esa es la misma razón por la que funcionarios de salud pública consideran que la reunión de motociclistas en Sturgis, un evento anual que se celebra desde 1938, es un potencial caso de peor escenario.

Jim Heath, desde la izq., Arjuna "RJ" Contreras y Jimbo Wallace de The Reverend Horton Heat actúa en el Wolfman Jack Stage en Buffalo Chip en el octogésimo evento Sturgis Motorcycle Rally, el sábado 15 de agosto de 2020, en Dakota del Sur.
Jim Heath, desde la izq., Arjuna "RJ" Contreras y Jimbo Wallace de The Reverend Horton Heat actúa en el Wolfman Jack Stage en Buffalo Chip en el octogésimo evento Sturgis Motorcycle Rally, el sábado 15 de agosto de 2020, en Dakota del Sur.

Cerca de medio millón de motociclistas llegaron a la pequeña ciudad de Dakota del Sur, a principios de agosto, llenando bares, salones de tatuaje y salas de conciertos. las imágenes del evento muestran que las precauciones por el coronavirus fueron ampliamente dejadas de lado.

Informes de medios han encontrado que al menos 236 casos en 10 estados están vinculados al evento de Sturgis. Un estudio que usó datos de celulares y un modelo matemático, estima que más de 260.000 se habrían contagiado, incurriendo un costo por cuidados médicos que supera los 12 mil millones de dólares.

Personas y lugares

La súper propagación no es exclusiva de COVID-19. En 2015, un brote del Síndrome Respiratorio del Medio Oriente (MERS por sus siglas en inglés) en Corea del Sur, comenzó con cinco pacientes que contagiaron a 154 personas; otras 186 personas se infectaron pero no contagiaron a otros. Cinco pacientes infectaron a otros 144 en 2003 en un brote del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS).

De hecho, epidemiólogos a finales de la década de los años noventa descubrieron que las enfermedades respiratorias, las transmisiones sexuales y las infecciones de vectores transmitidas por parásitos, todas siguen lo que llaman la la regla 20/80: 20% de los casos son responsables por 80% de los contagios. Esas cifras pueden ser más 10/90 en el caso del COVID-19, según un estudio reciente.

Tanto una persona como un lugar contribuyen a un evento de súper propagación.

No está clara la razón, pero "algunas personas sencillamente expulsan más virus o bacteria que otras", dijo William Schaffner, une expertos en enfermedades infecciosas de la Universidad Vanderbilt.

Un sistema inmunológico débil o un caso más severo puede significar que un paciente tendrá y expulsará más virus por un mayor tiempo.

El comportamiento de una persona también puede afectar la cantidad de virus que expulsa. El hecho de que esa persona puede estar infectada y no tener síntomas significa que puede estar propagando el virus sin saberlo.

"Es la razón por la que todos tenemos que usar mascarilla", dijo Schaffer.

La vida social del portador es también un factor. Si las condiciones son las mismas un ermitaño infectará a menos personas que un individuo más social. Así es como funciona también el distanciamiento social.

Aunque los expertos todavía tienen muchas interrogantes sobre lo que hace de una persona un súper propagador, Schaffer dice que, "en lo que se refiere a lugares, estamos bastante seguros".

La exposición prolongada en espacios cerrados interiores con ventilación limitada es obviamente problemática, como algunos de los primeros estudios de casos mostraron. En un restaurante en Guangzhou, China, en enero, un paciente infectó a otros nueve por el sistema de aire acondicionado. En un centro de llamadas de Corea del Sur, en febrero, más de 40% de los trabajadores en un piso se infectaron, casi todos estaban en el mismo lado del edificio.

Gritar, hablar en voz alta o cantar parece expulsar más partículas de virus que simplemente respirar. Una persona infectada expulsa el virus a otras 52 en una práctica de coro en el estado de Washington en marzo.

Personas en un bar callejero con mesas exteriores en medio de la pandemia global de Covid-19, en Austin, Texas, el 28 de junio de 2020.
Personas en un bar callejero con mesas exteriores en medio de la pandemia global de Covid-19, en Austin, Texas, el 28 de junio de 2020.

Es la razón por la que bares y fiestas preocupan a las autoridades de salud. Los espacios interiores cerrados con mucha gente dentro hablando en voz alta son lugares perfectos para eventos súper propagadores.

Es por eso que a dos estrellas de TikTok de Los Angeles les cortaron el servicio eléctrico en agosto y enfrentan cargos por fiestas que violaron las órdenes de emergencia de la ciudad por el coronavirus.

Con las escuelas nuevamente abiertas, el New York Times informa que más de 100 ciudades universitarias están viendo aumentos en los casos de coronavirus, a medida que los estudiantes asisten a bares y fiestas.

Mientras el número de infecciones y muertes en general están bajando en Estados Unidos, todavía hay un promedio de unos 40 mil casos diarios, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. La mayoría de los expertos anticipan que las infecciones aumentarán nuevamente a medida que llegue el tiempo frío.

"Si entramos al otoño con 40 mil casos diarios" dijo Mina, el doctor de Harvard, "corremos el riesgo de tener brotes incontrolable.

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