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La vida siendo migrante y modelo webcam durante la pandemia en Colombia


Es probable que, en Colombia, haya aproximadamente 40.000 modelos webcam y 150.000 a nivel mundial, según expertos en la industria. [Foto: Eliana Páez Solórzano, VOA]
Es probable que, en Colombia, haya aproximadamente 40.000 modelos webcam y 150.000 a nivel mundial, según expertos en la industria. [Foto: Eliana Páez Solórzano, VOA]

Durante la pandemia ha habido un incremento del 30% en las visitas a estas páginas y nuevos registros de modelos. Esta es la historia de Candy Rose, una migrante venezolana en Colombia, que encontró en el modelaje webcam un medio de vida.

‘Candy Rose’, de 21 años, es modelo webcam y migrante venezolana que vive en Colombia. Suele anotar en un cuaderno sus ideas para entretener las ansias de usuarios que se conectan, a través del sitio web donde transmite a diario.

De acuerdo con Juan Bustos, asesor profesional de modelos webcam y creador de uno de los estudios webcam más reconocidos de Colombia, “como ella, en el mundo podría haber aproximadamente 150.000 modelos webcam conectadas, hasta la fecha. No hay cifras oficiales, pero se puede inferir por el número de modelos conectadas a través de diferentes plataformas”.

Todas ellas deben ser mayores de edad, eso sí.

Según Bustos, el 40% de estas modelos son rumanas, un 30% son modelos colombianas y el otro 30%, calcula, son modelos que transmiten desde países como Estados Unidos, Brasil, Venezuela y algunos sectores de Europa. “En Colombia podría haber aproximadamente 40.000 modelos. Debido a la pandemia, ha habido un aumento de modelos conectadas”, precisó el asesor a la Voz de América.

Luego de buscar opciones para trabajar y dedicar tiempo a su hijo, ‘Candy Rose’ encontró ofertas laborales de trabajos como community manager, servicios de freelance y modelo webcam (opción que dejó en último lugar). Mientras estudiaba publicidad, envió su currículum a varias empresas. Nadie le llamó.

“Comencé a trabajar como modelo webcam desde 2017. Tomé la decisión porque fui madre joven y me separé del papá de mi hijo. Mi mamá me apoyó siempre, pero nunca he querido ser una carga para mi familia. Entonces decidí migrar a Colombia porque en Venezuela es una práctica ilegal”, comentó ‘Candy Rose’ a la VOA.

Debido a la pandemia, ha aumentado el interés por el modelaje webcam. “Hemos visto un incremento del 30% en el ingreso de modelos a estas plataformas a nivel mundial. Muchos de estos modelos (porque hay hombres y mujeres) se han quedado sin trabajo y ven esta labor como una opción”, explicó Bustos a la VOA.

Para ‘Candy Rose’, el modelaje webcam es una opción que le ha permitido ahorrar, crecer como ser humano, mujer y profesional. Y afirmó: “Gracias a mi trabajo logré emprender e inauguré un centro de belleza. Un sueño que hoy es realidad”.

¿Cómo es el trabajo en el modelaje webcam?

Esta industria es parte del entretenimiento para adultos. Una o varias personas se ubican frente a una cámara y transmiten, a través de alguna plataforma de internet, un show erótico a cambio de dinero, mediante transacciones electrónicas.

Hay plataformas donde las personas se pueden registrar como modelos o estudios en los que los capacitan y les brindan espacios adecuados para realizar cada show. Jamás hay contacto físico. Expertos de la industria recomiendan investigar el estudio y las plataformas que utiliza cuando los modelos no transmiten desde casa.

“Si bien este es un trabajo erótico, sensual y artístico, también se relaciona con la exposición personal. Ser modelo webcam requiere mucho esfuerzo, concentración, disciplina. Hay que trabajar entre 6 y 8 horas al día, durante mínimo 6 veces a la semana como en un trabajo normal”, comentó Bustos a la Voz de América.

Ahora esta modelo tiene su propio negocio de belleza. [Foto: Eliana Paéz Solórzano, VOA]
Ahora esta modelo tiene su propio negocio de belleza. [Foto: Eliana Paéz Solórzano, VOA]

En esta labor hay más que contenido erótico. Hay usuarios que solo quieren conversar. “Frente a la cámara es necesario transformarse; debe haber coquetería e interrelación con los usuarios. Estas personas tienen su interés puesto en el objeto del deseo; ver y sentir aquello que los entretiene”, agregó Bustos.

¿Es una práctica legal?

De acuerdo con el abogado colombiano Jimmy Leonardo Rodríguez, esta industria no está reglamentada en Colombia, pero tampoco está prohibida. Hay regulaciones anexas como las normas de comercio electrónico y el derecho al trabajo. Puede haber casos donde haya menores de edad o se obligue a personas a trabajar en este sector. En estos escenarios, naturalmente, se trataría de un delito.

Para el abogado colombiano David Parra, consultor en empresas públicas y privadas, dentro de la Constitución de Colombia hay normas que dan el primer visto legal de la industria en dicho país: en los artículos 26 y 16 se menciona la libertad de personalidad y la libertad de escoger profesión u oficio.

En 2018, la Corte Constitucional de Colombia emitió la Sentencia T-407A. Allí se menciona la “protección a la libertad contractual y al respeto de los derechos fundamentales” de personas que actúan en la industria pornográfica. También se citan los contratos de actuación en la industria pornográfica, como una “libertad contractual y autonomía de la voluntad”.

Por otro lado, en 2018 surgió la ley de Financiamiento en Colombia, donde se determinó que "las personas jurídicas y naturales exportadoras de servicios de entretenimiento para adulto a través del sistema webcam” deben pagar impuestos.

“El Estado colombiano no tiene pautas o leyes claras sobre el modelaje webcam y sobre cómo debemos trabajar (modelos y estudios). Es un sector que no existe para el gobierno, pero paradójicamente paga impuestos”, explicó Bustos a la VOA.

¿Cómo son los pagos?

Dependen de la dedicación de cada modelo. Cada mes se suma un monto total del que se descuentan pagos de seguridad social (salud, pensión, riesgos profesionales, caja de compensación) reglamentados en Colombia.

Esto aplica para modelos que trabajan con estudios. Quienes no trabajan con estudios utilizan formas de pago como monederos virtuales. En todos los casos, los pagos son a través de ‘tokens’, una moneda virtual que equivale a 0,05 centavos de dólar. ‘Candy Rose’, por ejemplo, asegura que diariamente intenta generar 5.000 tokens.

“Los estudios suelen pagar el 60% a los modelos. El 40% restante es para cubrir gastos operativos. Al trabajar en casa, el promedio de pago está entre 70% y 80%, los modelos asumen los gastos de internet y demás”, detallo Bustos a la VOA.

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