La tranquilidad del pueblo hondureño tras las elecciones del 29 de noviembre se vio alterada la noche del miércoles, cuando se anunció que el ex presidente Manuel Zelaya abandonaría la embajada brasileña en Tegucigalpa, donde se encuentra desde el pasado 21 de septiembre cuando ingresó clandestinamente al país.
Las principales cadenas de radio y televisión se ubicaron en las inmediaciones de la embajada de Brasil en la capital hondureña, ya que había trascendido que el gobierno del presidente Roberto Micheletti había concedido el salvoconducto para que el ex mandatario saliera del país rumbo a México.
En un principio, las noticias eran contradictorias ya que se decía que Zelaya saldría con destino a España, luego que a Brasil y no faltó quien señalara que su destino sería Nicaragua. Luego se confirmó que México era el lugar a donde viajaría en compañía de miembros de su familia.
Tanto en Tegucigalpa como en México, se confirmaron las negociaciones para la obtención del salvoconducto que daría protección al ex presidente para que se trasladara al aeropuerto internacional de Toncontin, donde una aeronave del gobierno mexicano le esperaría para luego trasladarlo a ciudad de México.
Según las informaciones oficiales del gobierno hondureño, la solicitud mexicana fue analizada por las autoridades de la cancillería y se comprobó que la misma no reunía los requisitos para otorgar el salvoconducto, por lo que fue denegado y Zelaya Rosales continúa en la embajada brasileña.
El secretario de prensa de la Presidencia, René Zepeda, leyó un comunicado oficial señalando lo sucedido y por qué fue negado el salvoconducto.
Simpatizantes del ex gobernante y miembros de la resistencia se aportaron a las inmediaciones del local donde está refugiado para gritar consignas contra el actual orden de cosas y contra los elementos policiales y militares que en gran número impedían el paso por las calles inmediatas a la embajada.
Un avión enviado por el gobierno mexicano tuvo que aterrizar en el aeropuerto de El Salvador ya que no lo pudo hacer en el de Tegucigalpa, porque el ex presidente Manuel Zelaya no iba a salir del país.
Se informó en la capital hondureña que Zelaya Rosales se reuniría con el presidente Felipe Calderón este jueves y luego se trasladaría a La Habana, Cuba, para participar en la Cumbre de los Presidentes de los países miembros del ALBA (Alternativa Bolivariana para las Américas).
El gobierno hondureño ha dejado las puertas abiertas para que México u otro país que no sea fronterizo con Honduras haga una nueva solicitud de salvoconducto para otorgar asilo político a Zelaya.