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137 muertos en atentados suicidas en Yemen


Escena del atentado suicida en una mezquita de Saná.
Escena del atentado suicida en una mezquita de Saná.

La Casa Blanca condena el ataque suicida y afirma que no puede confirmar la identidad del grupo responsable.

Un grupo que asegura ser la rama yemení del grupo Estado islámico reivindicó la autoría los ataques suicida a dos mezquitas en la capital de Yemen, en los que murieron 137 personas y 345 resultaron heridas.

El grupo subió una declaración en internet que dice que cinco atacantes suicidas llevaron a cabo lo que describieron como “una operación divina” en contra de las “guaridas de los chiís”.

La declaración no pudo ser confirmada de manera independiente y no ofrece prueba de que el EI haya jugado papel alguno.

La Casa Blanca condenó el ataque.

"Estados Unidos condena fuertemente el ataque suicida que mató a más de cien personas y dejó cientos de heridos", dijo el vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest. "Deploramos la brutalidad de los terroristas que provocaron este ataque a ciudadanos yemeníes que estaba pacíficamente rezando este viernes".

Earnest dijo no poder confirmar que los autores estaban relacionados al Estado islámico.

"Hemos visto este tipo de proclamas de otros grupos extremistas. Parecer que éstos son hechos porque perciben que trae beneficios en sus esfuerzos de propaganda", dijo Eranest.

Los ataques ocurrieron en las mezquitas de Badr, situada en el centro de Saná, y la de al-Hashoosh, en la parte norte de la capital, ambas frecuentadas por rebeldes chiíes también conocidos como hutíes.

Se cree que entre las víctimas hay prominentes líderes hutíes y el imán del templo Badr, el destacado líder religioso Mortada al Muhaduari.

Varios camiones y ambulancias evacuaron los restos de las víctimas de este doble atentado, que tuvo un intervalo de tiempo de media hora entre una explosión y otra.

Los hutíes han estado en control de la capital desde septiembre, donde llegaron desde sus bastiones del norte, para luego derrocar el gobierno del presidente Abdo Rabu Mansur Hadi que fue obligado a renunciar y salir de la capital.

Los hutíes tienen respaldo de Irán mientras los combatientes del Estado islámico son sunitas.

No obstante, desde el puerto de Adén, donde se refugió, Hadi se retractó de su renuncia al poder y anunció que continuaba siendo el presidente legítimo del país, en oposición a lo dictado por los hutíes.

En Yemen está la que es considerada como la más peligrosa y activa franquicia de al-Qaeda en todo el mundo.

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