La Ley del Trabajo aprobada el pasado 30 de abril en Venezuela por el presidente Hugo Chávez es anacrónica y representa un retroceso al pasado, según dijo en Caracas un reconocido economista.
En declaraciones a la agencia de prensa mexicana Notimex, Maxim Ross afirmó que la legislación fue concebida pensando en el año 1800, y en la época en que "escribían Charles Dickens y Carlos Marx sobre los daños ocasionados por el capitalismo naciente”.
Según el catedrático ya retirado de la Universidad Central de Venezuela, la ley contiene postulados de la implementación del socialismo en Venezuela que ya fueron echados a un lado después del rechazo a la reforma constitucional en 2007.
Ross precisó que la legislación desestima las grandes transformaciones que han tenido efecto en el mundo moderno en lo que toca al mercado laboral, ahora más profesional con el crecimiento del sector de los servicios y con una mano de obra más calificada y técnica.
A juicio del economista la ley está desfasada porque ese gran cambio ya se dio en Venezuela entre los años 1997 y 2011.
Sin embargo, "la ley señala que procura suplantar el modelo capitalista por el modelo socialista, trasladándonos a una época remota en que la relación entre obreros y patronos era muy tensa y dramática, signada por la explotación del trabajador", dijo.
La redacción de la legislación estuvo a cargo de una comisión integrada por parlamentarios, ministros y expertos que respondieron a instrucciones precisas del presidente Chávez en virtud de los poderes especiales que desde diciembre pasado le permiten gobernar por decreto durante año y medio.
La oposición ha dicho que la ley busca conseguir votos para Chávez de cara a los comicios presidenciales del 7 de octubre, ya que entre otras cosas reduce la jornada laboral de 44 a 40 horas semanales y fija el pago doble cuando se produzcan despidos considerados injustificados.
En declaraciones a la agencia de prensa mexicana Notimex, Maxim Ross afirmó que la legislación fue concebida pensando en el año 1800, y en la época en que "escribían Charles Dickens y Carlos Marx sobre los daños ocasionados por el capitalismo naciente”.
Según el catedrático ya retirado de la Universidad Central de Venezuela, la ley contiene postulados de la implementación del socialismo en Venezuela que ya fueron echados a un lado después del rechazo a la reforma constitucional en 2007.
Ross precisó que la legislación desestima las grandes transformaciones que han tenido efecto en el mundo moderno en lo que toca al mercado laboral, ahora más profesional con el crecimiento del sector de los servicios y con una mano de obra más calificada y técnica.
A juicio del economista la ley está desfasada porque ese gran cambio ya se dio en Venezuela entre los años 1997 y 2011.
Sin embargo, "la ley señala que procura suplantar el modelo capitalista por el modelo socialista, trasladándonos a una época remota en que la relación entre obreros y patronos era muy tensa y dramática, signada por la explotación del trabajador", dijo.
La redacción de la legislación estuvo a cargo de una comisión integrada por parlamentarios, ministros y expertos que respondieron a instrucciones precisas del presidente Chávez en virtud de los poderes especiales que desde diciembre pasado le permiten gobernar por decreto durante año y medio.
La oposición ha dicho que la ley busca conseguir votos para Chávez de cara a los comicios presidenciales del 7 de octubre, ya que entre otras cosas reduce la jornada laboral de 44 a 40 horas semanales y fija el pago doble cuando se produzcan despidos considerados injustificados.
![ARCHIVO - Bernardo Arévalo, nuevo presidente de Guatemala. ]Foto: Houston Castillo, VOA]](https://gdb.voanews.com/01000000-0aff-0242-1a92-08dba1e6fa21_w100_r1.png)
![ARCHIVO - Bernardo Arévalo, nuevo presidente de Guatemala. ]Foto: Houston Castillo, VOA]](https://gdb.voanews.com/01000000-0aff-0242-1a92-08dba1e6fa21_w33_r1.png)