El canciller de Venezuela, Nicolás Maduro, rechazó las afirmaciones colombianas, y dijo que se trata de un nuevo intento del saliente presidente, Álvaro Uribe, de destruir las relaciones entre ambos países.
La cancillería venezolana acusó a Colombia de “mentiras, agresión, e irrespeto” y agregó que Venezuela tomará medidas diplomáticas y políticas firmes si la situación continúa.
"Hemos llamado a nuestro embajador Gustavo Márquez en Bogotá para que venga a Caracas a consultas", afirmó Maduro en una rueda de prensa.
Además, "le hemos entregado, como corresponde, una nota de protesta oficial del gobierno venezolano rechazando las mentiras, los falsos positivos y las ollas podridas que ha montado el gobierno del presidente Álvaro Uribe", sostuvo el canciller venezolano.
Las nuevas tensiones bilaterales se originaron el jueves, cuando el despacho del mandatario colombiano anunció que posee pruebas de que cuatro líderes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y un dirigente del Ejército de Liberación Nacional (ELN), están en Venezuela protegidos por el presidente Hugo Chávez. ha acusado
El líder de las FARC, Iván Márquez, aparece entre los mencionados por Bogotá.
Previamente, Colombia a Venezuela de financiar y dar apoyo a las FARC, acusación que el gobierno venezolano niega enfáticamente.
Reacciones desde Estados Unidos
Desde el gobierno de EE.UU., hubo reacciones respecto a la información presentada por Colombia.
El portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, dijo que el supuesto apoyo de Caracas a las FARC preocupa a EE.UU. desde hace un tiempo. Agregó que algunos datos presentados por Colombia no los sorprendieron.
"Algunas cosas no son nuevas, en el sentido de que ha habido preocupaciones desde hace algún tiempo por interacciones transfronterizas y una implicación en actividades insurgentes o terroristas dentro de Colombia" por parte de Venezuela, dijo Crowley.
El portavoz dijo que están "examinando" las nuevas pruebas presentadas por Colombia.
Finalmente, le recordó a Venezuela que "tiene la obligación, como miembro de la ONU, de la OEA y de Unasur, de negar a grupos terroristas la capacidad de operar dentro de su territorio".