Texas ejecutó el miércoles a quien podría ser el último sentenciado a la pena de muerte en lo que va del 2015.
Raphael Holiday, de 36 años fue sentenciado en 2002 por triple infanticido cometido la noche del 5 de septiembre del año 2000.
El preso afroestadounidense aguardó en el corredor de la muerte hasta la noche del miércoles cuando se le aplicó la inyección letal.
Según su expediente en la corte, Holiday, quien estaba en conflicto con su esposa llegó al domicilio y mientras su esposa salió a pedir auxilio, el hombre obligó a la abuela, que se quedó con los niños rociar gasolina para luego prenderle fuego a la vivienda.
Las víctimas eran sus dos hijastras, de 5 y 7 años, y su hija de 18 meses de edad.
Según el Centro de Información sobre la Pena de Muerte (DPIC, por sus siglas en inglés), el estado de Texas procedió a la ejecución de 13 personas en 2015, exactamente la mitad del total de ejecuciones registradas este año en Estados Unidos.