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Presidente de Brasil Michel Temer acusado de obstrucción a la justicia


En una declaración escrita, Temer llamó la acusación "de absurda". Su partido también rechazó las acusaciones.
En una declaración escrita, Temer llamó la acusación "de absurda". Su partido también rechazó las acusaciones.

El presidente brasileño, Michel Temer, fue acusado este jueves, de obstrucción de la justicia y de dirigir una organización delictiva.

El Fiscal del país Rodrigo Janot, acusó al Movimiento Democrático Brasileño de Temer de recibir casi $ 190 millones en sobornos en un plan para comerciar favores e influencias políticas.

"Temer entregó la estabilidad al aparato criminal", dijo Janot en la acusación.

Como presidente en funciones, Temer sólo será juzgado si dos tercios de la cámara baja de Brasil votan para suspenderlo de su cargo.

"El Fiscal General continúa su irresponsable marcha para encubrir sus propias fallas", precisó Temer en un comunicado.

Los cargos se suman a la extensa investigación sobre la corrupción en Brasil, que comenzó con acusaciones sobre el lavado de dinero.

Janot alegó que, antes de que Temer asumiera el poder, miembros de su partido buscaron detener la investigación de corrupción. Cuando fracasaron, dijo Janot, decidieron retirar su apoyo a Rousseff y buscaron su impeachment, presumiblemente porque pensaron que poner uno de los suyos en el palacio presidencial les ofrecería alguna protección.

Janot dijo que los participantes deben pagar $ 17 millones en multas.

"Brasil nunca ha sido testigo de una crisis de esta proporción", dijo Claudio Lamachia, presidente del Colegio de Abogados. "Pero las instituciones estatales han sido rígidas y conscientes en el cumplimiento de su misión".
Junto con Temer, otros ocho fueron acusados. Dos son altos miembros de su gabinete: su jefe de gabinete, Eliseu Padilha, y el secretario general Wellington Moreira Franco. Los otros seis, incluidos empresarios y políticos, ya están en la cárcel, subrayando hasta qué punto la investigación ya se ha extendido.

De hecho, esta es la segunda vez que Temer ha sido acusado este año, pero en agosto los legisladores se negaron a permitir que el cargo anterior de soborno avanzara.

La Corte Suprema ha autorizado a los fiscales a investigar si han aceptado o no sobornos a cambio de favores políticos a una empresa que opera en el puerto de Santos.

Muchos brasileños han alabado como héroes a los investigadores, fiscales y jueces que han dirigido la investigación, pero otros los han acusado de fanatismo y algunos tienen reservas sobre el uso extensivo de los acuerdos de negociación, la herramienta relativamente nueva en Brasil.

Entre los acuerdos más espectaculares fue el firmado por Joesley Batista, ex presidente de JBS, el mayor embotellador de carne del mundo. Batista recibió inmunidad de procesamiento a cambio de dar testimonio condenatorio sobre la participación de Temer en el soborno y esquemas de encubrimiento.

Pero Janot ha planteado preguntas sobre si Batista retuvo información, y el miércoles dijo que estaba revocando el acuerdo de Batista y acusándolo de impedir la investigación.

El abogado de Batista, Antonio Carlos de Almeida Castro, calificó de "desleal", diciendo que Janot penalizaba a su cliente por venir.
Aunque Temer todavía tiene un apoyo significativo en el Congreso, como lo demostró su victoria sobre la primera acusación, es extremadamente impopular entre los votantes, creando un camino rocoso para Brasil, aunque Temer evite un juicio.

"Este es un momento muy incierto . Temer tiene muchos amigos en el Congreso, y es el Congreso el que votará", dijo Fabiano Angelico, consultor de transparencia y política con sede en Sao Paulo.

La economía de Brasil acaba de regresar al crecimiento después de una recesión de dos años, y los votantes van a las urnas el próximo año, por lo que muchos legisladores están calculando la mejor manera de mantener sus propios escaños en el Congreso.

Las acusaciones del miércoles se produjeron horas después de que las autoridades invadieran la casa del ministro de Agricultura, Blairo Maggi, como parte de una investigación sobre si se sobornó a legisladores estatales durante sus términos de 2003-2010 como gobernador de Mato Grosso.

La policía también allanó las oficinas de ocho legisladores estatales y el alcalde de la capital del estado, Cuiabá, en relación con el caso.

Maggi, uno de los líderes agroindustriales más ricos de Brasil y que es conocido como el rey de la soja, negó cualquier acto ilícito en sus relaciones políticas o comerciales.

AP

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