Estados Unidos redujo su personal diplomático en la embajada en Juba y sigue recomendando a sus ciudadanos no viajar a Sudán del Sur, debido a la deteriorada situación de seguridad en ese país.
La embajadora estadounidense Susan Page seguirá en Juba y mantendrá “constante comunicación” con los funcionarios sudaneses, según un comunicado de la Misión de Naciones Unidas en Sudán del Sur y sus contrapartes extranjeras.
No obstante la reducción de personal, Estados Unidos anunció el compromiso de otorgar “$49.8 millones de dólares adicionales como ayuda en la crisis humanitaria” que se vive en Sudán del Sur, donde el número de desplazados podría alcanzar los 400.000 si no se alcanza la paz en las conversaciones que se desarrollan en Etiopía.
Delegados del presidente Salva Kiir y de su rival, el ex vicepresidente Riek Marchar, se reúnen en Addis Abeba para tratar de resolver el conflicto interno que estalló en Juba el 15 de diciembre con la destitución del Vicepresidente y que se ha extendido por todo el país.
Naciones Unidas estima que al menos mil personas han muerto en las casi tres semanas de violencia en Sudán del Sur, que rápidamente adquirió tonos étnicos entre las tribus Dinka, a la que pertenece el presidente Kiir y Nuer del vicepresidente Machar.
La embajadora estadounidense Susan Page seguirá en Juba y mantendrá “constante comunicación” con los funcionarios sudaneses, según un comunicado de la Misión de Naciones Unidas en Sudán del Sur y sus contrapartes extranjeras.
No obstante la reducción de personal, Estados Unidos anunció el compromiso de otorgar “$49.8 millones de dólares adicionales como ayuda en la crisis humanitaria” que se vive en Sudán del Sur, donde el número de desplazados podría alcanzar los 400.000 si no se alcanza la paz en las conversaciones que se desarrollan en Etiopía.
Delegados del presidente Salva Kiir y de su rival, el ex vicepresidente Riek Marchar, se reúnen en Addis Abeba para tratar de resolver el conflicto interno que estalló en Juba el 15 de diciembre con la destitución del Vicepresidente y que se ha extendido por todo el país.
Naciones Unidas estima que al menos mil personas han muerto en las casi tres semanas de violencia en Sudán del Sur, que rápidamente adquirió tonos étnicos entre las tribus Dinka, a la que pertenece el presidente Kiir y Nuer del vicepresidente Machar.
