Cinco meses después de ser nominada por el presidente Barack Obama, el Senado finalmente confirmó por 56 votos a favor y 43 en contra, a Loretta Lynch como nueva fiscal general de Estados Unidos.
La nominación de Lynch estuvo en suspenso desde que los demócratas del Senado frenaron un proyecto de ley bipartidista, que se enfrascó en una pelea sobre lenguaje anti-aborto que había sido incluido por los republicanos.
El presidente Obama aplaudió la confirmación.
“Loretta ha dedicado su vida a luchar por una justicia justa y equitativa, que es el fundamento de nuestra democracia. Como jefe del Departamento de Justicia, se encargará de supervisar una amplia gama de casos, incluyendo contraterrorismo y derechos de voto; la corrupción pública y la delincuencia de cuello blanco; recomendaciones judiciales y exámenes de políticas - todos los cuales son importantes para la vida de todos los estadounidenses, y dan forma a la historia de nuestro país”, señaló Obama en un comunicado.
El presidente agregó que Lynch supervisará la reforma de la justicia penal y luchar contra amenazas actuales, como la delincuencia informática.
Algunos republicanos se habían opuesto a Lynch porque ella apoya la orden ejecutiva del presidente Obama que permite a millones de inmigrantes indocumentados a permanecer en Estados Unidos.
