Hay dos contendientes republicanos sobre los que prácticamente ya nadie más habla: el ex presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Newt Gingrich, y el representante por Texas, Ron Paul.
De todos modos, ambos parecen decididos a seguir en campaña.
Gingrich dice que seguirá hasta la convención que se realizará a fines de agosto en Tampa, Florida. Pero, ¿quién le esté prestando atención?
Por otra parte, Gingrich y Romney han reconocido mantener contactos, por lo cual se espera que en algún momento se produzca un gran anuncio de apoyo a Romney con gran fanfarria por parte de Gingrich.
Por su parte, Ron Paul, ha definido su propio rumbo y se puede asumir que está apostando a mantener su lugar para hablar en la convención en Tampa, lo que le permitiría dar destaque a su plataforma libertaria conservadora durante el horario de máxima audiencia de televisión.
Algunos incluso especulan que el propio Gingrich aspiraría a tener un papel relevante sobre la definición de la plataforma para la convención en Tampa, aunque el proceso normalmente es controlado por el casi seguro nominado, y no por los rivales a la nominación.
De todas formas, Gingrich podría ser útil para Romney durante la campaña para la elección general, especialmente para alentar a la base conservadora, un aspecto donde en general el favorito republicano ha fallado.
En tal sentido, podría apostar al hecho de que el retórica de Gingrich es atractiva para los votantes conservadores y sus valores. Incluso su habilidad para atacar a lo que llama las “elites liberales” y la “elite de los medios”, le podría dar un rol importante durante la campaña en el otoño boreal.
En cambio, para Ron Paul no puedo imaginar cuál sería su papel. Posiblemente pase a un lugar secundario en noviembre.
El momento para Paul sería durante la convención republicana, pero pese al movimiento que generó durante su campaña, es muy poco más lo que tiene para mostrar en términos de ganar delegados y recuperar impulso.
Posiblemente su mayor aporte haya sido movilizar a los votantes jóvenes que ha ganado durante su campaña, pero la pregunta es: ¿apoyará a Romney es movimiento juvenil? Probablemente no. Paul es más sobre sí mismo y su campaña, que sobre ayudar al Partido Republicano y eso sería algo que esperaría que continúe de la misma manera incluso después de la Convención en agosto.
De todos modos, ambos parecen decididos a seguir en campaña.
Gingrich dice que seguirá hasta la convención que se realizará a fines de agosto en Tampa, Florida. Pero, ¿quién le esté prestando atención?
Por otra parte, Gingrich y Romney han reconocido mantener contactos, por lo cual se espera que en algún momento se produzca un gran anuncio de apoyo a Romney con gran fanfarria por parte de Gingrich.
Por su parte, Ron Paul, ha definido su propio rumbo y se puede asumir que está apostando a mantener su lugar para hablar en la convención en Tampa, lo que le permitiría dar destaque a su plataforma libertaria conservadora durante el horario de máxima audiencia de televisión.
Algunos incluso especulan que el propio Gingrich aspiraría a tener un papel relevante sobre la definición de la plataforma para la convención en Tampa, aunque el proceso normalmente es controlado por el casi seguro nominado, y no por los rivales a la nominación.
De todas formas, Gingrich podría ser útil para Romney durante la campaña para la elección general, especialmente para alentar a la base conservadora, un aspecto donde en general el favorito republicano ha fallado.
En tal sentido, podría apostar al hecho de que el retórica de Gingrich es atractiva para los votantes conservadores y sus valores. Incluso su habilidad para atacar a lo que llama las “elites liberales” y la “elite de los medios”, le podría dar un rol importante durante la campaña en el otoño boreal.
En cambio, para Ron Paul no puedo imaginar cuál sería su papel. Posiblemente pase a un lugar secundario en noviembre.
El momento para Paul sería durante la convención republicana, pero pese al movimiento que generó durante su campaña, es muy poco más lo que tiene para mostrar en términos de ganar delegados y recuperar impulso.
Posiblemente su mayor aporte haya sido movilizar a los votantes jóvenes que ha ganado durante su campaña, pero la pregunta es: ¿apoyará a Romney es movimiento juvenil? Probablemente no. Paul es más sobre sí mismo y su campaña, que sobre ayudar al Partido Republicano y eso sería algo que esperaría que continúe de la misma manera incluso después de la Convención en agosto.