El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, consideró “triste y decepcionante” la intención del presidente Barack Obama de actuar por su cuenta en el tema migratorio.
Obama dijo el lunes que recurrirá a sus poderes ejecutivos para “arreglar tanto como pueda el sistema inmigratorio”, aunque no dio mayores detalles de cómo lo hará.
Sin embargo, el lunes, en privado, Obama apareció en una reunión de activistas que se desarrollaba en la Casa Blanca y habló con ellos durante casi una hora para discutir sus opciones.
De acuerdo a Frank Sharry, director ejecutivo de la organización America’s Voice, quien estuvo presente en la reunión, Obama habló de una serie de acciones ejecutivas que implementaría pronto.
“No quiso entrar en detalles pero habló muy convencido. Básicamente dijo ‘No voy a poder hacer todo lo que piensan que debo hacer’ pero también dejó bien claro que no se anda con jueguitos”, según cita el periódico The Washington Post.
Los defensores de los inmigrantes han pedido a Obama que expanda el programa de Acción Diferida que ya protege de la deportación a los inmigrantes que vinieran a Estados Unidos cuando eran niños, y que incluya a sus padres.
Otro de los asistentes a la reunión, Eliseo Medina, presidente del sindicato de trabajadores de servicios SEIU, dijo que “todo mundo se puso feliz de oírlo decir que tomaría acción” y aunque ya se lo esperaban “una cosa es esperarlo y otra que lo diga”, agregó.
De igual manera, el representante Luis Gutiérrez, uno de los congresistas más involucrados en el tema, celebró la actitud del presidente. “Ese es el presidente por el que voté”, exclamó, agregando que espera que Obama sea “generoso en el uso de su poder de discreción procesal”.
El primer paso tomado por el presidente –de pedir discreción para deportar más rápido a los niños que entran a Estados Unidos ilegalmente—no fue recibido con el mismo entusiasmo por algunos sectores.
“No sacrificaremos a estos niños con la esperanza de que haya algún tipo de reforma o alivio” para los adultos, dijo Kevin Appleby, director de política migratoria de la Conferencia de Obispos de Estados Unidos. “Estos temas deben ser tratados separadamente y de forma humanitaria”.
Más de 52.000 niños sin compañía de un adulto y 39.000 mujeres con niños han sido aprehendidos en la frontera en lo que va del año. La mayoría de ellos vienen de Guatemala, Honduras y El Salvador.
