El llamado del presidente Barack Obama para un nuevo comienzo en las relaciones de Estados Unidos con el mundo musulmán ha generado principalmente una reacción positiva, aún de tradicionales rivales de Estados Unidos tales como el grupo militante palestino Hamas.
Líderes religiosos en Al-Azhar, la antigua universidad islámica que copatrocinó el discurso del Presidente, recibió con agrado sus comentarios y dijo que son una señal de una prometedora nueva era en las relaciones.
Un portavoz del presidente palestino, Mahmoud Abbas, lo calificó como un importante paso y un buen comienzo hacia una nueva política de Estados Unidos en el Medio Oriente.
El portavoz de Hamas, Fawzi Barhoum, dijo que el discurso representa un tangible cambio de enfoque con respecto a la previa administración.
El gobierno israelí dijo que Israel comparte la esperanza del presidente Obama de que el esfuerzo estadounidense anticipe la apertura de un nueva era que traiga el fin del conflicto israelí-palestino.
Pero el líder supremo iraní, ayatolá Ali Khamenei, dijo antes del discurso que no es posible que Estados Unidos traiga cambios con discursos y consignas.