La policía que vigila la cumbre económica mundial ocupó el centro de Londres, buscando impedir que se repitan las violentas protestas que el miércoles dejaron por lo menos un muerto y decenas de encarcelados.
La fuerte presencia policial tuvo lugar horas después que un hombre colapsó y murió de un presunto ataque al corazón. Según la policía, los médicos fueron atacados con botellas cuando trataron de ayudar al manifestante.
Más de 80 personas han sido arrestadas en las protestas contra los líderes que asisten a la cumbre del G-20.
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Entre los hechos de violencia del miércoles se registraron ataques contra el Banco Real de Escocia, el Banco de Inglaterra y la Bolsa de Londres.
Francia y Alemania también están reforzando la seguridad en las ciudades de Estrasburgo y Kehl, respectivamente, en anticipación de la cumbre de la OTAN, el viernes.