Miles de personas en Irlanda del Norte marcharon en una manifestación silenciosa contra republicanos disidentes responsables del asesinato de un oficial de policía y dos soldados británicos en la provincia controlada por Gran Bretaña.
Políticos católicos y protestantes unieron fuerzas el miércoles, con manifestantes en Belfast y otras ciudades en una demostración de unidad no vista en décadas. Incluso participaron miembros de unidades paramilitares históricamente rivales.
Dos soldados británicos y un policía fueron muertos en los pasados cinco días, en los peores hechos de violencia registrados en Irlanda del Norte en diez años. Diarios provinciales y cuatro importantes denominaciones religiosas, católicos romanos, presbiterianos, anglicanos y metodistas, habían exhortado a toda la comunidad a renunciar en masa a la violencia.
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El papa Benedicto XVI, en una declaración, condenó los asesinatos calificándolos de “actos abominables de terrorismo que ponen en peligro todo el proceso de paz”.
El grupo escindido ERI Continuidad se atribuyó responsabilidad por el asesinato del oficial de policía el lunes.