Harry, de 27 años, se reunió con veteranos de guerra heridos en combate, en la residencia del embajador británico.
Asistió además a una cena en un hotel de Washington donde se le otorgó el premio del Atlantic Council, un centro de pensamiento estadounidense, que también honró al secretario general de la ONU Ban Ki-moon y a la violinista Anne-Sophie Mutter.
El príncipe Harry, quien se entrena para ser piloto de los helicópteros militares tipo Apache, ha trabajado con varias instituciones caritativas como Walking with the Wounded, (Caminando con los heridos), una organización británica que capacita y educa a veteranos, así como con Help for heroes (Ayuda para héroes) otra institución de beneficencia que asiste a soldados heridos en combate.
En 2011, el príncipe participó en una expedición al polo Norte con excombatientes del Ejército británico que fueron heridos en Afganistán, y que ahora buscaban recolectar fondos para la asociación Walking With the Wounded.