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Brasil se abre a compra militar


El presidente Lula da Silva fue calurosamente recibido al llegar al hotel Atlante Plaza en Recife, donde recibió como regalo un sombrero de cuero.
El presidente Lula da Silva fue calurosamente recibido al llegar al hotel Atlante Plaza en Recife, donde recibió como regalo un sombrero de cuero.

El Ministerio de Defensa brasileño anunció que las compañías que participan de la licitación tienen hasta el 21 de septiembre para presentar nuevas ofertas y que el proceso de evaluación termina en octubre.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva llegó a la norteña ciudad de Recife, en el estado de Pernambuco, casi a la medianoche del jueves, para participar el viernes en una serie de actos de inauguración.
El presidente Lula da Silva llegó al hotel Atlante Plaza en Recife, junto al gobernador pernambucano Eduardo Campos, donde era esperado por la prensa y público en general, y aunque no realizó declaraciones, sí aceptó tomarse fotos con aquellos que esperaban por él y aceptó un sombrero de cuero como regalo.
Posteriormente, el viernes por la mañana el mandatario -quien nació en Garanhuns en el propio estado de Pernambuco-, inició una intensa agenda que incluyó la inauguración de un astillero en el puerto de Suape y de un molino de la empresa Bunge, que será el más moderno de Latinoamérica y con capacidad para casi 2 mil toneladas de trigo por día.
Al hablar ante la prensa durante los actos, Lula da Silva, volvió a referirse a la multimillonaria licitación por la compra de 36 aviones de combate por parte de Brasil. Esta vez el mandatario, que el pasado lunes había anunciado su decisión a favor de la oferta de los cazas franceses Rafale, reconoció que su gobierno está abierto a recibir nuevas ofertas de las empresas que compiten en la licitación.
Evaluación técnica
El mandatario brasileño dijo que la Fuerza Aérea Brasileña será la encargada de realizar la evaluación técnica de las tres ofertas: de la francesa Dassault con su caza Rafale; de la estadounidense Boeing con el F -18 Super Hornet; y de la sueca Saab con el caza Gripen. Sin embargo, el mandatario fue enfático al señalar: “la decisión será política y estratégica y esa decisión es del presidente de la república y nadie más".
Durante toda la semana el gobierno brasileño estuvo intentando explicar el anuncio realizado el lunes por el presidente Lula da Silva, durante la visita del presidente francés Nicolás Sarkozy, del inicio de negociaciones con la francesa Dassault, cuando el proceso de licitación aún está en curso.
En tal sentido el presidente Lula da Silva justificó el anuncio diciendo que recibió garantías del propio presidente francés, Nicolas Sarkozy, sobre transferencia de tecnología para producir aviones en Brasil, un aspecto que el gobierno de Brasilia considera fundamental. En tal sentido el mandatario dijo: "si alguien quiere ofrecer más, estamos abiertos. Una negociación es así".
Además, tras afirmar que la decisión será “política y estratégica”, el presidente brasileño afirmó también que "tenemos mucho tiempo para decidir, porque no tengo que decidir mañana o pasado mañana, puedo decidir cuando quiera".
Plazo hasta el 21 de septiembre
También este viernes el Ministerio de Defensa brasileño anunció a través de un comunicado que las compañías que participan de la licitación tienen hasta el 21 de septiembre para presentar nuevas ofertas. Incluso el comando de Aeronáutica indicó que se reunió con los tres oferentes y que el proceso de evaluación será concluido en octubre, destaca el diario O Globo en su edición digital, citando al comandante de Aeronáutica Juniti Saito.
Sin embargo en Brasil los medios de prensa destacan que el avión francés ha sido señalado como el más caro de los tres que participan de la licitación y que este extremo, además de su capacidad, lo ha llevado a perder licitaciones en el pasado, al punto que el Rafale nunca ha sido vendido fuera de Francia.
Por otra parte, el Gripen de Saab se presenta con el precio más competitivo, y aunque es un modelo que está en proceso de desarrollo, la situación permitiría a los técnicos brasileños participar del mismo, iniciando la transferencia de tecnología.
Por su parte, el F-18 Super Hornet de Boeing enfrenta el problema de que en el pasado Estados Unidos ya limitó a Brasil a vender aviones de combate Tucano a Venezuela, porque contaban con tecnología estadounidense. Este aspecto ha sido cuestionado por Brasil, que aspira a producir y vender aviones de combate en Latinoamérica. Pero esta semana, la embajada estadounidense en Brasilia aseguró a través un comunicado "la aprobación del gobierno de Estados Unidos para transferir a Brasil las tecnologías avanzadas asociadas al F-18 Super Hornet".

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