Miles de hispanos llevan años en Estados Unidos con la llamada tarjeta verde (green card), que les permite residir legalmente en el país, aunque no con todos los derechos civiles.
Aunque un gran número de ellos cumple con los requisitos para hacerse ciudadanos estadounidenses, muchos no están interesados en iniciar ese proceso, entre otras razones, por temor a las pruebas en inglés que exige la ley, y los costos del trámite.
“En el sur de Florida, hay más de 500 mil trabajadores elegibles para hacerse ciudadanos, y nuestra industria hotelera representa más de 100 mil empleos en el condado de Miami, con un gran crecimiento para los próximos 5 a diez años, y muchos de nuestros empleados poseen la tarjeta verde, han tenido esta tarjeta por mucho años y tienen temor de dar el siguiente paso”, asegura Wendy Kallergis, presidenta de la Asociación de Hoteles en las playas de Miami (GMBHA).
Kallergis, junto a otros ocho empresarios y líderes comunitarios, recibieron el premio "Campeones del Cambio", otorgado por la Casa Blanca.
El objetivo del premio es el de honrar a quienes están liderando “los esfuerzos de integración y desarrollo de la fuerza laboral en todo el país, promoviendo la ciudadanía en el lugar de trabajo”, informó a través de un comunicado la Casa Blanca.
Barbara Kamm, es otra de las líderes galardonadas por su esfuerzo ayudando a los inmigrantes a convertirse en ciudadanos estadounidenses.
Kamm, quien también es presidenta de Tech CU, una cooperativa de crédito sin fines de lucro, en San Francisco, asegura que la ‘ciudadanía’ es un activo para las empresas, los trabajadores y sus familias, “y fortalece la economía global”.
“Esta es una experiencia única ya que no todos los días recibo un premio de la Casa Blanca (…) En este país todos somos inmigrantes, pero si quiere tener voz en los asuntos de la ación, del Estado y de la ciudad, se tiene que hacer ciudadano. Si quiere un mejor salario, entonces debe hacerse ciudadano, las estadísticas reflejan que los ciudadanos reciben un mejor pago”, advirtió Kemm.
