La organización Human Rights Watch expresó que oficiales de policía de las ciudades brasileñas de Rio de Janeiro y Sao Paulo mataron a más de 11.000 personas en los pasados seis años, muchos de ellos al estilo de ejecución, con un disparo en la nuca.
El grupo de derechos humanos señala en un informe de prensa, que algunos de los oficiales han sido acusados de asesinatos extrajudiciales, los cuales frecuentemente aparecen en los reportes policiales como muertes por sospecha de resistencia al arresto.
El grupo manifiesta que ha obtenido evidencias creíbles en 51 casos de resistencia, que contradicen el informe de los oficiales que afirman que las víctimas murieron en un tiroteo.
Human Rights Watch también dice que frecuentemente la policía esconde sus asesinatos destruyendo las evidencias en la escena del crimen.
El informe de Human Rights Watch también destaca que la policía de Río mata a un sospechoso por cada 23 arrestos, mientras en Estados Unidos la cifra es de una víctima fatal por cada 37.751 detenciones.
Por su parte, las autoridades de la ciudad de Sao Paulo a través de un comunicado de un comunicado de la Secretaría de Seguridad Pública, informó que las víctimas fatales causadas por policías en servicio cayeron un 50 por ciento en todo el estado desde el año 2003.
Sao Paulo es además la mayor ciudad de Brasil y unas de las más grandes del mundo con una población estimada en 21 millones de habitantes.
Según la Secretaría de Seguridad Pública, "Sao Paulo trabaja firmemente para reducir la letalidad policial" y recordó que todo el estado dispone de 41 millones de habitantes y que la tasa de homicidios cayó un 70 por ciento en la última década a 10,8 por cada 100.000 habitantes al año, "una de las menores del país".
También las autoridades de Sao Paulo criticaron que se sumaran las cifras con las de Rio de Janeiro y rechazaron las comparaciones con la ciudad de Nueva York, porque ambas realidades son muy diferentes.
Pero la crítica más fuerte de las autoridades paulistas fue realizada en función de que el informe no incluye que entre 2003 y 2009, murieron 204 policías en servicio y 3.362 fueron heridos.