Una conferencia internacional sobre la lucha antidrogas dio inicio este lunes y sesionará hasta el martes 26 de junio en Lima, Perú, con la participación de representantes de 61 países.
Al dejar inaugurado el evento, el presidente peruano, Ollanta Humala, pidió hallar “nuevos enfoques y diseñar una visión multisectorial” en el combate al tráfico mundial de narcóticos.
Humala, quien fue gestor de la conferencia, demandó una mayor cooperación internacional y dijo que no se puede creer que “a través de la represión y leyes duras va a desaparecer el narcotráfico".
En momentos en que en algunos países se debate la legalización de las drogas como la aternativa de guerra abierta impulsada por EE.UU. contra los narcóticos, el presidente peruano señaló que no se puede seguir hablando de países consumidores y productores porque tal enfoque "no nos ha llevado al éxito".
A la conferencia asisten delegados de los tres países considerados mayores productores de opio y cocaína en el mundo, el propio Perú, Colombia y Afganistán.
De acuerdo con la ONU y EE.UU., Perú es posiblemente el primer productor de cocaína con 325 toneladas métricas, seguido después por Colombia, a pesar de que destina “aproximadamente $230 millones de dólares por año para combatir este fenómeno global, pero no es suficiente si no logramos unirnos todos los países", dijo Humala.
La jefa del organismo antidrogas peruano (DEVIDA), Carmen Masías, dijo que evento discutirá el control de la oferta de narcóticos, la reducción de la demanda y el desarrollo de alternativas, pero la legalización de estupefacientes no figura en la agenda.
Uno de los abanderados en el hemisferio de la legalización de las drogas es el presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, y en Uruguay se debate en el Congreso un proyecto para legalizar la marihuana y restar control a los narcotraficantes.
Estados Unidos está representado en la conferencia por el secretario de Estado adjunto del Buró de Asuntos Internacionales para las Drogas, William Brownfield, y el director de la Oficina de Control Antinarcóticos, Gil Kerlikowske.
Entre los representantes de otras naciones figuran el ministro de Relaciones Exteriores de Afganistán, Zalmai Rassoul; el de Justicia de Brasil, José Eduardo Cardoso; el ministro del Interior de Ecuador, José Serrano; y el viceministro de Desarrollo Social de Bolivia, Felipe Cáceres.
Al dejar inaugurado el evento, el presidente peruano, Ollanta Humala, pidió hallar “nuevos enfoques y diseñar una visión multisectorial” en el combate al tráfico mundial de narcóticos.
Humala, quien fue gestor de la conferencia, demandó una mayor cooperación internacional y dijo que no se puede creer que “a través de la represión y leyes duras va a desaparecer el narcotráfico".
En momentos en que en algunos países se debate la legalización de las drogas como la aternativa de guerra abierta impulsada por EE.UU. contra los narcóticos, el presidente peruano señaló que no se puede seguir hablando de países consumidores y productores porque tal enfoque "no nos ha llevado al éxito".
A la conferencia asisten delegados de los tres países considerados mayores productores de opio y cocaína en el mundo, el propio Perú, Colombia y Afganistán.
De acuerdo con la ONU y EE.UU., Perú es posiblemente el primer productor de cocaína con 325 toneladas métricas, seguido después por Colombia, a pesar de que destina “aproximadamente $230 millones de dólares por año para combatir este fenómeno global, pero no es suficiente si no logramos unirnos todos los países", dijo Humala.
La jefa del organismo antidrogas peruano (DEVIDA), Carmen Masías, dijo que evento discutirá el control de la oferta de narcóticos, la reducción de la demanda y el desarrollo de alternativas, pero la legalización de estupefacientes no figura en la agenda.
Uno de los abanderados en el hemisferio de la legalización de las drogas es el presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, y en Uruguay se debate en el Congreso un proyecto para legalizar la marihuana y restar control a los narcotraficantes.
Estados Unidos está representado en la conferencia por el secretario de Estado adjunto del Buró de Asuntos Internacionales para las Drogas, William Brownfield, y el director de la Oficina de Control Antinarcóticos, Gil Kerlikowske.
Entre los representantes de otras naciones figuran el ministro de Relaciones Exteriores de Afganistán, Zalmai Rassoul; el de Justicia de Brasil, José Eduardo Cardoso; el ministro del Interior de Ecuador, José Serrano; y el viceministro de Desarrollo Social de Bolivia, Felipe Cáceres.
