La mujer sudanesa que fue condenada a muerte por renunciar al Islam y convertirse al cristianismo al casarse con un hombre cristiano voló a Roma el jueves en un avión del gobierno italiano y se encontró con el Papa horas más tarde.
Meriam Yahya Ibrahim se bajó del avión acunando a su bebé y el primer ministro italiano le dio la bienvenida diciendo que era un "día de celebración".
Más tarde, Ibrahim, su marido y sus dos hijos se reunieron en privado con el Papa Francisco en el Vaticano.
"El Papa le agradeció su fuerte fe", dijo el portavoz del Vaticano Federico Lombardi.
El encuentro, que duró más o menos media hora, tenía como objetivo ser "un símbolo de proximidad y solidaridad para todos aquellos que sufren por su fe", añadió.
Italia unió fuerzas con EE.UU. para ayudar a Ibrahim a ser liberada, y el vice ministro de Asuntos Exteriores italiano fue quien la acompañó en su viaje desde Khartoum hasta Italia.
En mayo Ibrahim fue condenada a muerte por el delito de apostasía. La condena procede de una ley sudanesa que sostiene que los hijos de musulmanes deben ser también musulmanes.
Una corte también condenó a Ibrahim a 100 latigazos por cometer adulterio al casarse con Daniel Wani, un hombre cristiano de ciudadanía estadounidense.
Bajo la ley sudanesa, el matrimonio entre musulmanes y quienes no lo son no está permitido.
En junio, una corte sudanesa anuló la condena de Ibrahim. Fue liberada de prisión pero acto seguido fue detenida por las autoridades sudanesas cuando su familia trató de abandonar el país en un avión. Los oficiales cuestionaron la autenticidad de sus documentos de viaje.
