Cuando en la parte final de su intervención, Obama se refirió a cómo Estados Unidos seguirá inspirando “a los oprimidos en cada rincón del mundo para demandar la misma libertad para los suyos”, mencionó la historia del venezolano Edward Camacho.
“Esto es lo que ha inspirado a generaciones a venir a nuestras costas y nos ha renovado con sus energías y anhelos” dijo Obama. “Eso incluye a un cadete que se gradúa hoy, que creció en Venezuela, consiguió un billete de ida a Estados Unidos y hoy está más cerca de su sueño de convertirse en piloto de la Fuerza Aérea: Edward Camacho“, explicó el mandatario.
“Edward dice lo que todos nosotros sabemos que es cierto: estoy convencido de que Estados Unidos es la tierra de las oportunidades”, indicó el presidente poco antes de felicitarlo personalmente por su graduación como a otro millar de compañeros de promoción, que han pasado cuatro años en la academia.
Según una biografía de la Fuerza Aérea del recién graduado oficial, Camacho nació en Houston (estado de Texas) en 1985, cuando su padre estudiaba un postgrado, aunque poco después regresó a Venezuela.
Camacho emigró a EE.UU. en 2004 con un billete de avión solo de ida y con dinero para seis meses y sin hablar inglés.
“Me esforcé en hablar inglés tratando con gente y viendo la televisión. Tras cuatro meses me estaba quedando sin dinero y tiempo y mi inglés no mejoraba, entonces la Fuerza Aérea entró en mi vida para marcar un nuevo camino”, recuerda Camacho en la entrevista.
Poco después ingresó en las Fuerzas Armadas y trabajó como soldado en la base aérea de Aviano (Italia) y en Balad (Irak).
“Me encanta Venezuela, pero era casi imposible para mi alcanzar mis objetivos que me he propuesto”, recordó Camacho.
En la ceremonia también se graduaron cadetes de El Salvador y Panamá.