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El presidente Fernández de Argentina obtiene su primera victoria en el Congreso


El legislador oficialista Sergio Massa, presidente de la Cámara de Diputados de Argentina, dijo que el paquete aprobado el 20 de diciembre de 2019 es una herramienta para poner a la economía en marcha.
El legislador oficialista Sergio Massa, presidente de la Cámara de Diputados de Argentina, dijo que el paquete aprobado el 20 de diciembre de 2019 es una herramienta para poner a la economía en marcha.

El presidente argentino, Alberto Fernández, obtuvo este viernes su primera victoria en el Congreso cuando la Cámara de Diputados aprobó un proyecto de ley que otorga amplias facultades al gobierno para hacer frente a la crisis económica que atraviesa el país.

El proyecto, entre otras medidas, incluye un aumento de los impuestos y asignar mayores recursos para atender el problema social y el pago de la deuda externa.

Tras un largo debate de 15 horas, los diputados aprobaron con 134 votos a favor y 110 en contra la iniciativa enviada por Fernández que declara la emergencia pública en nueve áreas: económica, financiera, fiscal, administrativa, previsional, tarifaria, energética, sanitaria y social.

El presidente de la cámara baja, el diputado oficialista Sergio Massa, dijo en su cuenta de Twitter que la situación en Argentina es excepcional y que el paquete es “una herramienta para poner la economía en marcha y devolverles la esperanza" a los argentinos.

Algunos diputados de la oposición no apoyaron el plan de Fernández porque, como dijo Romina Del Pla, del Movimiento de Izquierda, “se sigue beneficiando a las grandes empresas”.

Ahora la iniciativa pasará al Senado, donde el oficialismo tiene la mayoría, para que pueda ser convertida en ley.

Argentina padece una prolongada recesión, una inflación superior al 50% anual y una pobreza cercana al 40%.

También está presionada para pagar vencimientos de deuda cercanos a 100.000 millones de dólares que el país dice que actualmente no puede cancelar.

El presidente Fernández, que asumió el cargo hace apenas 10 días, admitió en su discurso de apertura que la economía y el tejido social de Argentina están en “un estado de extrema fragilidad".

También dijo que buscaría "una relación constructiva y cooperativa con el Fondo Monetario Internacional” y otros acreedores", pero afirmó que aunque se tiene la voluntad de pagar, el país "carece de capacidad para hacerlo".

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