El presidente de Uruguay, José Mujica, dijo en un discurso en Paraguay que la patria “no se hace con fusiles sino con universidades”.
"En el lenguaje de la ciencia está el contenido de la liberación”, agregó. “Ninguna batalla es más importante que calificar a nuestros pueblos. Quedaremos sometidos si somos pueblos ignorantes. No le echemos la culpa al mundo de nuestras debilidades; asumamos el compromiso".
Mujica dio estas declaraciones durante un acto en el palacio de gobierno de Asunción. Allí fue condecorado por su colega, Fernando Lugo, con quien firmó acuerdos de cooperación.
En otra visita al Congreso Nacional de Paraguay, el presidente uruguayo señaló que “hace mucho tiempo que las repúblicas latinoamericanas se dan la espalda”. Consideró que debían aprender a manejar la globalización “y no dejar que ésta nos maneje a nosotros”.
Las palabras de Mujica cobran fuerza por el hecho de que, como es bien sabido, en los años ‘60 fue un dirigente guerrillero de izquierda del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros.
Tras estar once años detenido durante la dictadura cívico-militar uruguaya (1973-1985), Mujica dejó las armas para incorporarse a la vida democrática del país. Ocupó varios cargos políticos hasta alcanzar la Presidencia en 2009, con un mensaje más pragmático y moderado del que había sostenido en el pasado.
El mandatario uruguayo se encuentra en Paraguay en una visita oficial, de la que también participó hasta el domingo su par boliviano, Evo Morales.
Los tres presidentes –Mujica, Lugo y Morales– se comprometieron a reactivar un antiguo mecanismo de cooperación regional llamado Urupabol (Uruguay, Paraguay y Bolivia).