De acuerdo con funcionarios gubernamentales, el terrorista, fue capturado en una operación secreta en la que probablemente participaron fuerzas especiales estadounidenses y agentes del FBI, realizada el domingo.
El presidente Barack Obama declaró que con esta operación "EE.UU. ha demostrado una vez más que hará todo lo que sea necesario para asegurarse de que se haga justicia cuando se hace daño a estadounidenses".
Los funcionarios identificaron al sospechoso como Ahmed Abu Khattala, un cabecilla de alto rango del grupo terrorista Ansar al-Sharia en Libia que será juzgado en Estados Unidos.
El Pentágono no ha abundado en detalles, pero se sabe que el sospechoso está detenido fuera de Libia. En otras ocasiones prisioneros así son llevados a buques de guerra estacionados en la zona.
En el ataque al complejo del consulado en Bengasi murieron cuatro estadounidenses, incluyendo al embajador Chris Stevens.
Estados Unidos presentó cargos contra Khattala y otros el año pasado, en una demanda sellada que se entregó en una corte de Washington, DC. Hasta ahora, ninguno de los sospechosos había sido arrestado.
Obama fue duramente criticado por la oposición republicana desde que se produjo el ataque terrorista por no conseguir dar con los culpables. Sin embargo, el presidente prometió seguir trabajando para llevar al resto de responsables del ataque ante la justicia estadounidense.