La población de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos ha caído por debajo de los 11 millones de personas, según un reporte del Centro para los Estudios de la Migración (CMS por sus siglas en inglés).
La cifra, redondeada en 10,9 millones es las más baja de 2003. En 2008 la población de indocumentados fue estimada en 12 millones.
No obstante la reducción más profunda comenzó en 2007, mucho antes de que comenzara la “Gran Recesión”.
El comunicado divulgado por el centro ofrece evidencia de que el factor más importante en el declive es la disminución de la población de indocumentados de origen mexicano, que se redujo en más de 600.000 personas en 2014, comparado con 2010.
La misma tendencia siguen las poblaciones de inmigrantes indocumentados del Caribe, Sudamérica y Europa, a pesar de que la procedente de Centroamérica subió un 5%, la de África un 3% y la de Asia un 1% en el mismo período.
Los resultados contradicen las ideas propagadas por algunos políticos republicanos –notablemente por el candidato presidencial Donald Trump—que parten del hecho que las fronteras son porosas y que necesitan un muro masivo para detener la migración.
“A pesar de que se argumenta que la población de indocumentados sigue aumentando y está fuera de control, el número de indocumentados ha caído cada año desde 2008”, dijo Donald Kerwin, director ejecutivo del CMS.
El estudio podría influenciar el debate sobre la reforma migratoria y la necesidad de dar una salida a los inmigrantes indocumentados, precisamente ahora que sus números se están reduciendo.
