La atención al primer debate presidencial en México fue robada por una figura que ni siquiera estaba entre los cuatro candidatos a la presidencia. Los ojos de los televidentes se fijaron en cambio en la ayudante de la moderadora, que a penas si apareció en los segundos iniciales de la transmisión.
Para desempeñar esta labor el Instituto Federal Electoral (IFE) de México eligió a Julia Orayen, quien que fuera portada de la revista Playboy México en su edición de septiembre de 2008.
En esta ocasión la “conejita” (como se les llama a las mujeres que aparecen en tal publicación) logró protagonismo principalmente por la vestimenta conformada por un generoso escote y un vestido blanco muy ajustado.
Su labor se limitó a repartir los turnos de un sorteo inicial en el debate, pero su aparición en el debate es motivo de polémica en el país, en la que incluso han intervenido también algunos de los candidatos a la presidencia.
A pesar de que fueron menos de 30 segundos de las dos horas que duró el debate, su voluptuosa figura ocupa hoy múltiples espacios en la prensa mexicana.
"Se le solicitó a la productora que no hubiera elementos de distracción, que (la ayudante) tuviera un vestuario sobrio, de acuerdo con el elemento de que se trataba, pero esa condición claramente no fue cumplida", afirmó Alfredo Figueroa, consejero del IFE.
Al respecto el candidato del minoritario Partido Nueva Alianza (Panal), Gabriel Quadri afirmó: “Soy sincero, nunca había estado junto a una 'playmate' y la verdad sí que es algo que desconcierta".
Para la candidata del gobernante Partido Acción Nacional (PAN), Josefina Vázquez Mota, el vestuario de la ayudante "no estaba acorde con la seriedad, a la importancia" que requería el acto.
El aspirante de la coalición izquierdista, Andrés Manuel López Obrador, prefirió no opinar al respecto, y tampoco ha habido comentarios del favorito en las encuestas y candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto.
Para desempeñar esta labor el Instituto Federal Electoral (IFE) de México eligió a Julia Orayen, quien que fuera portada de la revista Playboy México en su edición de septiembre de 2008.
En esta ocasión la “conejita” (como se les llama a las mujeres que aparecen en tal publicación) logró protagonismo principalmente por la vestimenta conformada por un generoso escote y un vestido blanco muy ajustado.
Su labor se limitó a repartir los turnos de un sorteo inicial en el debate, pero su aparición en el debate es motivo de polémica en el país, en la que incluso han intervenido también algunos de los candidatos a la presidencia.
A pesar de que fueron menos de 30 segundos de las dos horas que duró el debate, su voluptuosa figura ocupa hoy múltiples espacios en la prensa mexicana.
"Se le solicitó a la productora que no hubiera elementos de distracción, que (la ayudante) tuviera un vestuario sobrio, de acuerdo con el elemento de que se trataba, pero esa condición claramente no fue cumplida", afirmó Alfredo Figueroa, consejero del IFE.
Al respecto el candidato del minoritario Partido Nueva Alianza (Panal), Gabriel Quadri afirmó: “Soy sincero, nunca había estado junto a una 'playmate' y la verdad sí que es algo que desconcierta".
Para la candidata del gobernante Partido Acción Nacional (PAN), Josefina Vázquez Mota, el vestuario de la ayudante "no estaba acorde con la seriedad, a la importancia" que requería el acto.
El aspirante de la coalición izquierdista, Andrés Manuel López Obrador, prefirió no opinar al respecto, y tampoco ha habido comentarios del favorito en las encuestas y candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto.
