La violencia no da tregua en México, especialmente en la zona fronteriza con Estados Unidos.
Esta vez el escenario fue una carretera en el estado de Nuevo León donde fueron acribillados un jefe policial y su esposa la noche del sábado.
Los cadáveres recién fueron descubiertos el domingo por transeúntes que se percataron de los dos cuerpos baleados dentro de una camioneta que presentaba múltiples entradas de bala.
"El gobierno de Tamaulipas condena y lamenta profundamente el deceso del general Ricardo César Niño Villarreal y el de su esposa", se expresó en un comunicado el Grupo de Coordinación estatal.
Lo que llama la atención es que el general mexicano Ricardo César Niño Villareal, encargado de la seguridad de una región del noreste de México, viajaba en una camioneta convencional y sin escolta cuando era costumbre que se trasladará en camioneta blindada y acompañado por seguridad.
El general Niño Villareal controlaba una zona dominada por dos violentos grupos delictivos, el cártel narcotraficante de los Zetas y el cártel del Golfo. Anteriormente Niño Villarreal ya había sido víctima de un atentado el pasado 9 de octubre de donde salió ileso.
Niño Villarreal fue uno de los cuatro delegados de seguridad asignados a Tamaulipas por el gobierno federal como parte de su nueva estrategia anunciada en mayo para frenar la violencia en la región, convulsionada por enfrentamientos entre los carteles de drogas de Los Zetas y el del Golfo.
