El ex candidato izquierdista mexicano Andrés Manuel López Obrador no reconocerá el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) que desestimó la impugnación que interpuso en contra de la elección presidencial.
López Obrador dijo esta mañana de viernes que no convalidará un gobierno ilegítimo, en virtud de que las elecciones del pasado 1 de julio no fueron limpias, ni libres ni auténticas y que no renunciará a su lucha contra “régimen de corrupción que prevalece en el país”.
El ex candidato convocó a sus seguidores en el Zócalo de la Ciudad de México para el próximo 9 de septiembre a las 11:00 de la mañana, donde dará a conocer el plan de acción de la protesta que piensa iniciar “con el propósito de no dar tregua, ni una mínima ventaja a quienes tienen secuestrada a la democracia en México”.
López Obrador tampoco reconoció los resultados de la elección presidencial anterior en la que también fue candidato, y que ganó el actual presidente Felipe Calderón. En esa ocasión sus correligionarios se afincaron en el Zócalo y lo mantuvieron tomado por más de un mes.
El izquierdista afirmó que en esta oportunidad, seguirá actuando con responsabilidad y de forma pacífica para que los violentos no lo acusen a él o a su Movimiento de actuar fuera de la ley, como fue el caso en el 2008.
López Obrador dijo esta mañana de viernes que no convalidará un gobierno ilegítimo, en virtud de que las elecciones del pasado 1 de julio no fueron limpias, ni libres ni auténticas y que no renunciará a su lucha contra “régimen de corrupción que prevalece en el país”.
El ex candidato convocó a sus seguidores en el Zócalo de la Ciudad de México para el próximo 9 de septiembre a las 11:00 de la mañana, donde dará a conocer el plan de acción de la protesta que piensa iniciar “con el propósito de no dar tregua, ni una mínima ventaja a quienes tienen secuestrada a la democracia en México”.
López Obrador tampoco reconoció los resultados de la elección presidencial anterior en la que también fue candidato, y que ganó el actual presidente Felipe Calderón. En esa ocasión sus correligionarios se afincaron en el Zócalo y lo mantuvieron tomado por más de un mes.
El izquierdista afirmó que en esta oportunidad, seguirá actuando con responsabilidad y de forma pacífica para que los violentos no lo acusen a él o a su Movimiento de actuar fuera de la ley, como fue el caso en el 2008.
