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Libia: ¿quiénes son los rebeldes?


Hay quien se cuestiona si los rebeldes podrían gobernar el país.
Hay quien se cuestiona si los rebeldes podrían gobernar el país.

Esa es la pregunta que muchos se hacen y que tratan de responder algunos diplomáticos, militares y conocedores del área.

Los combates entre los rebeldes libios y las fuerzas de Moammar Gadhafi se extiende ya por seis meses, desde el comienzo de las manifestaciones el 15 de febrero de 2011.

El movimiento opositor ha crecido y desde el lunes 22 de agosto, sus fuerzas controlan la mayor parte del país, pero la pregunta que muchos siguen haciéndose es: ¿quiénes son los rebeldes?

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo a los estadounidenses poco después de comenzar las hostilidades y que las fuerzas internacionales comenzaran con los operativos, que los ataques militares en Libia por mandato de Naciones Unidas tenían como finalidad prevenir una masacre de civiles, especialmente en la ciudad de Bengasi, bastión de los rebeldes, “eso es también lo que la oposición libia nos pidió hacer”, indicó.

Para Ward Carroll, un ex especialista en radares de la marina de guerra de Estados Unidos, que estuvo familiarizado con las zonas de exclusión aérea en Irak y en Bosnia, aunque no está claro quiénes son los representantes de la oposición en Libia, “no son Gadhafi y ceo que es suficiente con saber eso ahora”.

Según Marc Ginsberg, ex embajador de Estados Unidos en Marruecos, la oposición libia está compuesta por diferentes personalidades y grupos. ”Estoy seguro que por periodistas, militares opositores que rompieron con el régimen, ex diplomáticos, y también islamistas”, dijo.

El ex diplomático precisó que “aunque hay gente muy buena que son parte de la coalición opositora, realmente no podemos decir que conocemos con certeza su capacidad para gobernar Libia”.

De acuerdo con el general retirado de la fuerza aérea Mike Dunn, quien en el pasado comandó patrullas en zonas de exclusión aérea, se trata de “un grupo pobremente definido de tribus mutuamente hostiles, y facciones que hasta ahora han fracasado en fusionarse en una sola fuerza militar”.

Dunn dijo que uno quisiera pensar que se trata de “un grupo de demócratas que sencillamente están luchando por su libertad, cuando en realidad no sabemos mucho sobre ellos”.

En esto el ex embajador coincidió con el general, cuando señaló que la oposición no es un ejército. “Apenas tienen medios militares para combatir (…) No sabemos al final qué tiene Gadhafi de reserva, y además cuenta con dinero para contratar a mercenarios del África meridional”.

En lo que todos los expertos coinciden es en que sin la ayuda de la aviación y los misiles de la coalición internacional, las pobremente equipadas y entrenadas fuerzas rebeldes ya habrían sido derrotadas o estarían próximas a serlo.

A Mary-Jane Deeb, jefa de la división de Africa y Oriente Medio en la Biblioteca del Congreso y autora de varios libros sobre Libia, le sorprende que los rebeldes tangan tan poco entrenamiento militar, porque en todo el mundo árabe existe el servicio militar obligatorio durante 12 o 18 meses.

Según Deeb la oposición libia está integrada esencialmente por jóvenes profesionales, educados y de origen urgano. “En ese sentido, no son muy diferentes de los egipcios y tunecinos, en tanto reclaman empleos, una mejor distribución de la riqueza, una sociedad abierta, y que se les acepte como parte de una comunidad global sin ser tratados más como parias”, dijo.

En su opinión no constituyen una oposición ideológica en el sentido de que “no están casados con una forma particular de vida, no son socialistas, no son fascistas”.

Deeb considera que al establecido gobierno de facto, los 31 miembros del consejo nacional interino entre cuyas principales figuras está el ex ministro de Justicia de Gadhafi, Muastafa Abdul Jalil, podría llamársele nacionalista.

Tampoco cree que se trate de un movimiento religioso. “Ahora existe una oposición islámica y siempre habrá extremismo islámico en la región, pero este no es un movimiento islámico (…) no en el caso de Libia”.

La experta dice que los movimientos islámicos se están debilitando en vez de fortalecerse, que van a tratar de capitalizar lo que sucede en la región, pero que no figuran en la vanguardia de las revueltas populares que se expanden por el norte de Africa y el Oriente Medio.

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