Antes de su reunión con el rey Abdullah, Kerry dijo al personal de la embajada estadounidense en Riad antes que las dos naciones tienen cosas importantes que discutir para asegurarse que su relación está “en el camino correcto”.
También reiteró que la posición de Estados Unidos es de no permitir que Irán adquiera armas nucleares.
Su visita de un día incluyó conversaciones con el ministro de Relaciones Exteriores, el príncipe Saud al-Faisal.
Arabia Saudita, que apoya a los rebeldes musulmanes sunnís que combaten contra el régimen del presidente Bashar al-Assad, ha manifestado su preocupación de que las pláticas de paz avaladas por Washington podrían instalar en Damasco un gobierno respaldado por Irán. Los líderes sauditas también están molestos por los recientes acercamientos entre Estados Unidos y su rival estratégico, Irán.
Para subrayar estas preocupaciones, Arabia Saudita rechazó el mes pasado un sitio en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas luego de que Estados Unidos había expresado su apoyo para que los sauditas fueran parte del mismo.
Kerry dijo el domingo durante una corta estadía en Egipto que el gobierno del presidente Obama comprende las preocupaciones de los países sunnís con respecto a Irán que es chiita y dijo que Washington está comprometido con su “importante relación defensiva” en el Medio Oriente.