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A qué se expone el mundo con Irán


Un informe de la OIEA constató que Irán realmente estaba desarrollando una bomba atómica.
Un informe de la OIEA constató que Irán realmente estaba desarrollando una bomba atómica.

El desafío nuclear del gobierno iraní y sus amenazas militares ponen en peligro no sólo la paz en la región sino también en el resto del planeta.

Desde que en octubre de 2005 el presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, se pronunció por “borrar del mapa” a Israel, el régimen de Teherán ha ido desencadenando una serie de amenazadores acontecimientos para la paz internacional, dados sus estrechos vínculos con organizaciones terroristas como Hezbolá y otros grupos fundamentalistas islámicos y las inquietantes señales de que estaría buscando hacerse de armas nucleares para librar una guerra santa (Yihad) contra Occidente.

La reciente fallida misión de una delegación de la agencia reguladora de la energía atómica de las Naciones Unidas (ONU), el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) a Teherán, y el rechazo de las autoridades iraníes a admitir a los inspectores internacionales en la planta secreta de Parchín han puesto una vez más en evidencia que el programa nuclear de ese país no tendría exclusivamente fines pacíficos como sostienen susautoridades. Los hechos hablan por sí solos.

En noviembre del año pasado, un informe de la OIEA constató que Irán realmente estaba desarrollando una bomba atómica y que se hallaba peligrosamente cerca de cruzar la “línea roja”, o sea, la frontera más allá de la cual ya no sería posible detener sus planes.

Poco después, en diciembre,el almirante Habibollah Sayyari, jefe de la flota de guerra iraní dijo a la televisión estatal de Teherán que su armada podría fácilmente cerrar el Estrecho de Ormuz, un paso marítimo estratégico por donde circula alrededor de la tercera parte del petróleo que se consume en el mundo.

Tal comentario tuvo efecto luego de que el vicepresidente iraní, Mohammad Rexa Rahimi, amenazó con que si Occidente imponía un embargo petróleo a Irán debido a su programa nuclear, la represalia sería que ni una gota de crudo pasaría por el estrecho. La respuesta de EE.UU. fue clara y terminante, el hecho sería interpretado como un acto de guerra.

La amenaza de Teherán no quedó sólo en palabras. Las fuerzas armadas iraníes y la llamada Guardia Revolucionaria han llevado a cabo desde entonces una serie casi ininterrumpida de maniobras militares, navales, terrestres y antiaéreas en zonas cercanas al estrecho de Ormuz y a los sitios donde están enclavadas sus instalaciones nucleares.

La publicación electrónica World Net Daily citó hace pocas días un artículo publicado en el sitio web Alef, vinculado al máximo líder espiritual iraní, Ayatola Ali Khamenei, diciendo que la posibilidad de aniquilar a Israel tiene “justificación jurídica” y que en ese asunto a la República Islámica de Irán le toca “tomar las riendas”.

El artículo, escrito por Alireza Forghani, un analista y estratega político cercano al Ayatola Khamenei, ha sido difundido por la mayoría de los medios oficiales del estado iraní, incluida la agencia de Noticias Fars. De acuerdo con tal doctrina, como los planes de Occidente son “atacar a Irán” estaría más que justificada una acción militar preventiva contra el estado judío de Israel.

La idea de que Israel pudiera adelantarse y emprender una acción militar contra el régimen de Teherán para garantizar su propia supervivencia tampoco se descarta. De hecho, el mes pasado el periódico británico The Sunday Times dijo que dos escuadrones de la fuerza aérea israelí estaban llevando a cabo ejercicios cuyo objetivo sería destruir la planta de Natanz, donde Irán enriquece uranio en un bunker a unos 200 metros de profundidad.

Lejos de disminuir, las tensiones han ido en aumento, y el ministro de Defensa iraní, Ahmad Vahidi, acaba de declarar que sus guerreros “están listos y dispuestos a borrar a Israel del mapa", después de que el mes pasado recordó públicamente que la República Islámica domina la tecnología de misiles balísticos de largo alcance.

Urgidos por la amenaza iraní, un grupo de 32 senadores estadounidenses de ambos partidos, demócratas y republicanos, suscribieron una resolución que da luz verde al presidente de EE.UU., Barack Obama, para el empleo de la fuerza contra Irán en caso de que así lo considere necesario. El documento enfatiza que el hecho de que Teherán adquiera capacidad nuclear resulta “inadmisible”.

La medida legislativa antecede a la crucial reunión que tendrá Obama en la Casa Blanca el próximo lunes 5 de marzo con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, cuyo servicio secreto (Mossad) parece estar convencido de que Irán tendría una bomba atómica en su poder a lo sumo en dos años, y que tal vez una acción militar convencional no sería suficiente para impedirlo.

Por lo pronto, en una entrevista publicada este viernes por la revista The Atlantic, el presidente de EE.UU. admitió que el “componente militar” es una de las alternativas para tratar con Irán, además de las sanciones económicas y la diplomacia. Sin embargo, opinó que un ataque prematuro de Israel a Irán causaría más daños que beneficios.
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