Cientos de manifestantes tomaron las calles por cuarto día consecutivo en Estocolmo, capital de Suecia. Los jóvenes enfurecidos incendiaron vehículos y destruyeron tiendas, escuelas, y comisarías de los suburbios.
La crisis por la oposición a las medidas políticas y económicas del país se inició hace unas semanas cuando un policía disparó a un inmigrante de 69 años en su casa de Husby por supuestamente estar amenazando al vecindario con un machete.
El incidente provocó denuncias por el maltrato y discriminación de las fuerzas del orden, quienes usaron palabras como “negros”, “ratas” o “monos” para referirse a los jóvenes. De esta manera la policía dejo en evidencia el racismo que existe en la institución.
Los jóvenes acusan al gobierno no haber reducido la tasa de desempleo ni los niveles de pobreza entre la población más joven.
“El motivo es fácil de entender. El desempleo, la situación de vivienda, el irrespeto de la policía”, dijo Rouzbeh Djalaie, el editor del periódico local, Norra Sidan, “Solo se necesita una cosa para iniciar un disturbio y eso era el tiroteo”.
Las manifestaciones muestran el fracaso del gobierno de solucionar los problemas de exclusión social y racismo que perpetúan el desempleo, la pobreza e injusticia en esa región.
La crisis por la oposición a las medidas políticas y económicas del país se inició hace unas semanas cuando un policía disparó a un inmigrante de 69 años en su casa de Husby por supuestamente estar amenazando al vecindario con un machete.
El incidente provocó denuncias por el maltrato y discriminación de las fuerzas del orden, quienes usaron palabras como “negros”, “ratas” o “monos” para referirse a los jóvenes. De esta manera la policía dejo en evidencia el racismo que existe en la institución.
Los jóvenes acusan al gobierno no haber reducido la tasa de desempleo ni los niveles de pobreza entre la población más joven.
“El motivo es fácil de entender. El desempleo, la situación de vivienda, el irrespeto de la policía”, dijo Rouzbeh Djalaie, el editor del periódico local, Norra Sidan, “Solo se necesita una cosa para iniciar un disturbio y eso era el tiroteo”.
Las manifestaciones muestran el fracaso del gobierno de solucionar los problemas de exclusión social y racismo que perpetúan el desempleo, la pobreza e injusticia en esa región.
