Una cadena humana formada por 175,000 personas se extendió por 200 kilómetros el domingo en una exhibición para exigir un voto de independencia para el País Vasco en el norte de España.
Los manifestantes se unieron y extendieron su cadena desde la localidad costera de San Sebastián hasta la capital vasca, Vitoria. Algunos usaron bufandas blancas como parte de la cadena, mientras que otros cantaron y bailaron en sus respectiva ubicación.
El presidente del parlamento vasco dijo que los manifestantes son un "pueblo activo y animado" que quiere tomar decisiones de forma democrática.
Las fuerzas proindependentistas esperan que sus posibilidades de un referéndum hayan aumentado desde que el grupo separatista vasco armado ETA anunció el mes pasado que se está disolviendo después de 50 años y más de 800 asesinatos.
Los vascos ya disfrutan de una amplia autonomía en el norte de España y en partes del sur de Francia. Pero algunos dicen que no estarán satisfechos con nada menos que la plena independencia.