Brasil, esta vez con algo de “jogo bonito” incluido, goleó a Chile que no pudo ante la maquinaria de la “canarinha”.
En los primeros 20 minutos de juego, todo parecía indicar que veríamos un partido cerrado, con posibilidades para cualquiera.
Chile practicó el mismo juego que ha hecho durante sus últimos cuatro partidos de Mundial, pero esta vez la fórmula fue muy débil ante una todopoderosa Brasil.
La “roja”, esta vez jugando de blanco, buscó abrir la meta de Julio Cesar con la genialidad de su hombre más peligroso al ataque, “Chupete” Suazo, quien tuvo algunas oportunidades claras pero la suerte no estuvo de su lado.
Brasil fue muy práctico. Imponente en la defensa, liderada por Lúcio, no permitió ningún error, y explosivo en el ataque con hombres como Kaká, Robinho y Luis Fabiano.
Sin embargo, el primer gol llegó gracias a la cabeza de un defensor brasilero. En el minuto 34 Maicón despegó un tiro de esquina que encontró Juan en el aire y remató con violencia de cabeza para batir a Bravo.
Tres minutos más tarde llegó una genialidad al estilo del “jogo bonito” que inventó Brasil, iniciada por Robinho quien soltó la pelota para Kaká por el centro y a su vez entregó a Fabiano que venía en carrera para romper el fuera de lugar, y ganarle el duelo a Bravo quien nada pudo hacer para evitar la segunda caída de su portería.
En el segundo tiempo la estrategia era cantada. Chile se lanzaría al ataque y Brasil tendría muchos espacios para matar en la contra.
Dicho y hecho, eso mismo ocurrió. Los andinos arriesgaron más al frente y estuvieron cerca del descuento, pero una contra mortal construida por Ramires finiquitó el partido.
El zaguero corrió con la pelota, controló, levantó la cabeza y se la puso en bandeja de plata a Robinho para que con un toque exquisito bajara el telón de esta obra de 90 minutos.
Se terminó el sueño chileno, pero quedó su legado, un excelente papel en su regreso al Mundial, aunque jugando ante los pentacampeones, no es suficiente con jugar bien.
Brasil se enfrentará a Holanda este próximo dos de julio (2010), en un partido que sabe a final.
Holanda 2 - Eslovaquia 1
De la mano de su astro Arjen Robben, Holanda cumplió y se clasificó a cuartos de final del Mundial.
En un partido de altas y bajas que pasaba de lo aburrido a lo intenso la “naranja mecánica” derrotó 2-1 a Eslovaquia, quien llegó como el equipo revelación a octavos de final, luego de eliminar a la campeona del mundo Italia.
En la ciudad de Durban, el crack del Bayern Munich, abrió el camino al triunfo luego de recibir un excelente pase frontal de su compañero Wesley Sneijder. Robben dejó a su marca y lanzó un zurdazo que se fue por debajo de Mucha, el portero eslovaco.
En el segundo tiempo Robert Vittek, pudo igualar en dos oportunidades para su selección, pero Stekelenburg estuvo atento para evitarlo.
Eslovaquia tuvo un buen segundo tiempo, pero faltó definir correctamente cuando tuvieron la oportunidad. Trabajo que sí Holanda.
En el 84 Dirk Kuyt se avivó ante una mala salida de Mucha, y le sirvió en bandeja una pelota a Seijder quien liquidó el partido con su gol.
En tiempo de descuento, Robert Vittek redujo la cuenta de penal (90+4), con lo que sumó su cuarto diana en el torneo y empató al argentino Gonzalo Higuaín en la punta de la tabla de goleadores.
La “naranja mecánica” consiguió su cuarto triunfo en fila, y espera al siguiente equipo para enfrentar que saldrá del partido entre Brasil y Chile.
