El presidente Barack Obama dijo que el video que ha surgido de cuatro sospechosos negros en Chicago torturando a un adolescente blanco mentalmente discapacitado "nos permite ver [...] el terrible precio que cobra el racismo, la discriminación y el odio contra familias y comunidades".
Los sospechosos han sido acusados de crímenes de odio y además serán procesados por secuestro, privación de libertad y agresión física con arma mortal. Tres de ellos tienen acusaciones de robo también.
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Los agresores emitieron video en directo a través de Facebook Live durante casi media hora de sí mismos haciendo sufrir al joven.
"No nos beneficiamos por pretender que el racismo no existe y el odio no existe. No nos beneficiamos de no hablar de ello", dijo el presidente. "El hecho de que estas cosas estén surgiendo significa que podemos resolverlas".
Los fiscales en el condado de Cook, Illinois, anunciaron delitos de odio y cargos de secuestro agravado el jueves por la tarde contra Jordan Hill, Brittany Covington y Tesfaye Cooper, todos de 18, y Tanishia Covington, de 24 años.
El video del incidente muestra a cuatro atacantes negros que golpean repetidamente a un hombre blanco no identificado, al que le rompen la camisa a cuchilladas, lo muestran atado de manos y con cinta adhesiva le tapan su boca.
El video también muestra a los atacantes obligando al hombre con discapacidad mental a beber agua de un inodoro y cortándole pocos de pelo de la coronilla antes de poner cenizas de un cigarro en la herida sangrante.
A lo largo del video, los atacantes pueden ser escuchados gritando insultos sobre la gente blanca y el presidente electo Donald Trump. En un momento, los atacantes también obligaron a la víctima a insultar a Trump.
Según la policía, el hombre fue mantenido cautivo entre 24 y 48 horas antes de ser descubierto "angustiado y en crisis" por agentes que patrullaban una calle cercana a la escena del cautiverio.
El hombre fue llevado al hospital e identificado como una persona que había sido reportada anteriormente desaparecida de un suburbio cercano.
La víctima era un compañero de clase de uno de sus atacantes, y aparentemente se fue con ellos de buena gana al principio, dijo la policía.
