El piloto del globo aerostático que chocó el fin de semana en Texas matando a 16 personas tenía antecedentes por conducir borracho e incluso estuvo preso dos veces.
Si bien no hay evidencia que los hábitos de Alfred “Skip” Nichols con la bebida hayan tenido que ver con el accidente —y una exnovia asegura que dejó de beber hace cuatro años—, ahora se cuestiona la falta de supervisión en el manejo de este tipo de aparatos.
Cuando un piloto solicita un certificado para pilotear un globo no se le pide revelar si ha sido condenado por conducir ebrio, solo sobre si ha sido hallado culpable de consumir drogas. Tampoco tienen que pasar un examen médico como el que se exige a los pilotos por parte de la Administración Federal de la Aviación.
Nichols obtuvo su licencia comercial para pilotear globos en Missouri, en julio de 1996. Su primera condena por conducir ebrio fue en 1990, y siguieron otras dos en 2002 y una cuarta en 2010, de acuerdo con los archivos de un tribunal.
Fue hallado culpable por un delito de drogas en 2000 y pasó un año y medio en prisión hasta quedar libre bajo palabra. Regresó a la cárcel en 2010 luego que su libertad fuera revocada por conducir ebrio ese año. Salió en enero de 2012.
Los investigadores no saben todavía si el globo chocó contra cables de alta tensión antes de caer sobre una explanada cerca de Lockhart, unos 100 kilómetros al norte de San Antonio, Texas.
