Los dueños de unas 1.100 agencias de vehículos fabricados por General Motor en Estados Unidos esperan enterarse por teléfono o por cartas certificadas que sus contratos de franquicia no serán renovados.
General Motors, el mayor fabricante de vehículos del país, tomó estas drásticas medidas con el objetivo de reducir su red de concesionarios en un 40%.
GM notificó a unos mil 100 de sus casi 6 mil distribuidores que da por terminados los acuerdos para vender productos de la empresa. Se cree que habrá más reducciones en el futuro.
Lea además: Chrysler sigue en caida libre.
Reducir el número de concesionarios tiene por objeto disminuir la competencia entre ellos por los clientes, con la esperanza de mejorar el precio y el beneficio en cada auto vendido.
Susan Garontakos, vocera de GM, dijo que la compañía no publicará la lista de agencias que cerrarán y dejará a los dueños la decisión de si quieren divulgar esa información.
La medida de GM se anuncia un día después que Chrysler diera a conocer que eliminaría una cuarta parte de sus distribuidores.
Ambas empresas están tratando de enfrentar una drástica declinación en la venta de vehículos y las crecientes pérdidas en la recesión.
Reducir concesionarios podría costar miles de empleos en cientos de comunidades de Estados Unidos.